Los ex empleados decidieron por mayoría y en una votación a mano alzada continuar con las movilizaciones tal y como ya habían anunciado en los últimos días, a pesar de dar el visto bueno a las políticas activas de empleo anunciadas por las administraciones en la reunión mantenida el pasado lunes en el Ayuntamiento de Algeciras.
Estas medidas pretenden, según informó el Consistorio algecireño, “contribuir a la inserción laboral de los trabajadores hasta que se proceda a la subasta de los terrenos de la factoría y así puedan percibir sus correspondientes indemnizaciones”.
Sospechas
Según indicó Solís, la razón de que se mantengan las movilizaciones es la sospecha, por parte de los trabajadores, de que no se les vaya a devolver todo el dinero adeudado. La subasta tendrá lugar el próximo 30 de julio, y la parcela en la que se ubicaba la fábrica saldrá a la venta por un precio de salida que el juez ha fijado en la cantidad de 4.100.000 euros.
Este precio de salida podría reducirse durante la subasta “hasta en un 25%”, lo que a su entender supondría “que no vamos a cobrar el 100% de lo que se nos adeuda”.
El representante de los trabajadores indicó que se les adeudan cantidades variables que podrían llegar hasta los 90.000 euros en concepto de salarios atrasados “después de tres años sin cobrar”, además del finiquito, que podría estar en torno a los 7.000 euros por persona, dependiendo del trabajador.
Además, el representante de los trabajadores manifestó la intención de los 52 afectados de ponerse en contacto, el próximo lunes, con los sindicatos mayoritarios en el sector, UGT y Comisiones Obreras (CC OO) para acordar la realización de otro tipo de medidas de presión independientes de la movilización a Marbella.
Estas medidas estarían centradas, indicó Solis, en la puesta en contacto de los trabajadores “con los organismos oficiales” para pedir su mediación en el hallazgo de una solución al conflicto. Hay que recordar que, al estar ya cerrada la empresa, no hay comité de empresa como tal.
Solis quiso dejar claro el malestar que sienten los trabajadores con todo este asunto, que les ha llevado a continuar con las protestas. “Los trabajadores están muy descontentos en general porque aunque de momento no tenemos pruebas sentimos que puede haber una mano negra que quiere beneficiarse a costa de los trabajadores”, y se mostró “desconfiado” al respecto de que “nos llegue la parte que nos corresponda”.
En cualquier caso, aplaudió y agradeció las intenciones demostradas por la administración local y autonómica para recolocar a los ex trabajadores de Metalsa.