Una provincia septentrional china ha decidido dar un paso más allá en la política actual que permite a las parejas de la segunda economía mundial tener dos hijos y añadir una cláusula para que familias que cumplan con ciertos requisitos puedan tener hasta tres.
La región de Heilongjiang aprobó la medida esta semana, con la que pretende combatir el rápido envejecimiento de la población en la provincia, según publica hoy el diario hongkonés South China Morning Post (SCMP).
La medida será aplicable a aquellas parejas que hayan regresado del extranjero o de regiones como Hong Kong, Macao o Taiwán, y también a las que vivan en dieciocho condados situados en zonas limítrofes de la provincia, además de a familias de etnias minoritarias.
Como medida complementaria para incentivar a las familias de la región, que padece una aguda falta de mano de obra, a que tengan más hijos, el gobierno local también ha extendido las vacaciones para recién casados a 25 días, de los 15 actuales.
El Gobierno chino ha admitido que la política del hijo único, que durante tres décadas y hasta el pasado año prohibió a la mayoría de los matrimonios tener más de un vástago, ha tenido un duro coste.
Ante problemas como el envejecimiento de la población o la desigual distribución por sexos, con 105,02 hombres por cada 100 mujeres, el país busca ahora medidas para persuadir a las familias a que aumenten la progenie.
El número de habitantes en China, el país más poblado del mundo, aumentó en 34 millones entre 2010 (año en el que se realizó el último censo estatal) y 2015, y alcanza los 1.370 millones de personas, según informó el Buró Nacional de Estadísticas la pasada semana.
La cifra muestra una ralentización en el crecimiento demográfico del gigante asiático, ya que su población se incrementó un 0,5 % interanual en el lustro estudiado, frente al 0,57 % de la década 2000-2010.