¿Te habías planteado alguna vez que todas las relaciones recorren un camino, más o menos, similar? Se podría decir que toda relación de pareja pasa unas fases determinadas.
¿Te parece extraño lo que te estamos diciendo? ¿Crees que tú relación es única y especial y no hay otra parecida?
Claro que sí, no te asustes.
A lo que nosotros nos referimos es que casi todas las relaciones viven una evolución parecida en algunos sentidos. No obstante, si todavía no estás muy convencida, te invitamos a que verifiques con nosotros si tu relación ha vivido estos cuatro momentos.
"Esa persona es para mí"
Como se suele decir siempre mejor empezar por el principio. Nos remontamos al inicio de los inicios de una relación, al momento de la seducción, de la conquista.
No importa cómo os hayáis conocido o si ya eráis amigos, siempre hay un instante concreto en el que uno empieza a mirar al otro de una manera diferente.
Ese es el punto en el que decides que hay que poner toda la carne en el asador porque "esa persona está hecha para ti"
En tu caso, ¿sabrías decir quién enamoró a quién? ¿Qué fue lo que te cautivó de tu pareja en aquel momento? Quizás fue solo una mirada, una conversación en la que te sorprendió o que poco a poco te fue ganando.
A lo mejor tú te encuentras en una situación diferente y en estos momentos acabas de conocer a un hombre que te gusta. Sin embargo, no tienes claro o estás perdida sobre cómo enamorarle.
No te preocupes, hay muchísimos libros y páginas web sobre cómo enamorar a un hombre difícil o que nos pueda parecer inaccesible en un primer momento.
Al final, aunque no te lo creas, el físico no es tan importante. El mejor consejo que se le puede dar a una mujer que desea conquistar a un hombre es que tenga seguridad en sí misma y se muestre tal cuál es.
Si esa persona es de verdad tu media naranja se dará cuenta de todo lo que vales.
Recién enamorados: el momento más cursi
Aunque nos cueste reconocerlo (siempre habrá alguien lo negará), todo pasamos por el "momento cursi" cuando empezamos una relación.
Estáis recién enamorados y todo es sencillamente maravilloso.
Lo único que deseáis es estar juntos los dos solos y demostraros todo lo que os queréis el uno al otro. En este etapa es cuando se suelen desarrollar las expresiones de "osito mío", "cuchi" o "bomboncito" (podríamos dedicar todo un artículo a expresiones de ese estilo).
Ya lo decía Ortega y Gasset: "el enamoramiento es un estado de imbecilidad transitoria". Pero a ver quién es el que se atreve a negar lo bien que se siente uno cuando está en pleno momento eufórico de enamoramiento.
Otro clásico de esta etapa, ayudada por la revolución de internet (todo sea dicho de paso), es la proliferación de mensajes de Whatsapp y en redes sociales llenos de corazones y de poemas de amor.
No dejes de usar imágenes de amor para demostrarle a tu pareja que no te olvidas de él en ningún instante (y si las imágenes son con movimiento, mejor que mejor).
Aunque tampoco conviene abusar (vuestros amigos os lo agradecerán).
Se acaban los detalles y empiezan los regalos prácticos
Seguimos avanzando en las fases más comunes que atraviesa cualquier relación. Ya hemos visto la fase inicial, la de la seducción, y la del estallido del enamoramiento.
Esta fase puede durar más o menos según sea la pareja. Las hay que afirman que ese estado de euforia les ha durado solo unos meses. En cambio, otras aseguran que han estado más de un año.
De lo que no hay duda es que ese estado se empieza a relajar al mismo tiempo que comienzan a surgir otra serie de vínculos.
Las dos personas se conocen cada vez más y ya comparten más puntos de sus respectivas vidas: la familia, los amigos, el trabajo...
Una de las cuestiones más características de esta fase es que empiezan a aumentar los regalos más prácticos. Es sencillo de explicar.
Al principio, desconocemos los gustos de la persona; por eso, cuando queremos hacer un regalo recurrimos a cuestiones más "genéricas". En cambio, con el tiempo ya empiezas a descubrir lo que de verdad gusta al otro.
Por ejemplo, ya conoces la marca de colonia que él usa siempre, o a la inversa, él ya sabe que tú te vas a poner contenta si te regala un kit de cremas de la marca BellaVei.
Mientras a ti te importa que tu piel se siga viendo joven, él tiene otro tipo de gustos. Da igual que no tengáis los mismos gustos, lo importante es descubrirlo lo que al otro atrae de verdad.
La última fase es el paso por el altar
No podía ser de otra manera. Nuestra radiografía de una pareja solo podía acabar de una manera, con la boda.
Vuestra relación se ha afianzado. Ya os conocéis bien el uno al otro y compartís todas esas pequeñas cuestiones que componen la vida diaria de la otra persona. Habéis decidido que ha llegado el momento de dar un paso más.
Si tú y tu pareja estáis en pleno proceso de preparar vuestra boda, no queremos irnos sin comentarte una cuestión que está muy de moda en estos momentos: usar letras gigantes para la decoración.
Las letras gigantes para bodas dan un toque divertido. Además, los invitados se pueden hacer fotos con ellas a modo de recuerdo. Al ser letras de corcho no pesan nada y se pueden colocar tanto en el exterior como en el interior.
Podéis encargar vuestras iniciales, los nombres completos o la fecha del enlace. Os podemos asegurar que será un detalle que diferenciará vuestra boda de las de todos los demás.
Ahora te toca responder a ti. Crees que todas las relaciones pasan por estos cuatro momentos u opinas que es relativo y que se darán o no según sea la pareja. Sea lo que sea lo que opines, lo más importante es que te lo hayas pasado bien recordando algún momento de tu relación. ¡Viva el amor!