El tiempo en: Vejer
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Huelva

Enganchadas al fútbol

Ainoa Haro y Cinta Rodríguez, que han subido al primer equipo, describen la pasión que sienten por esta práctica deportiva

Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Tras la tertulia -
  • Federico Pérez, director de Arrabales, explica los beneficios de las actividades deportivas para prevenir las adicciones y ayudar a salir de ellas
  • La frustración que puede generar no lograr objetivos deportivos y/o personales puede ser una peligrosa puerta de entrada a las drogas

Ya dijo el Kun Agüero, delantero de la Selección argentina y del Manchester City, que “mi corazón podrá estar roto por amor, pero podré revivirlo gracias al fútbol”. Algo parecido les pasa a Ainoa Haro y a Cinta Rodríguez, dos jugadoras que han subido recientemente del filial al primer equipo del Fundación  Cajasol Sporting, y que fueron las invitadas a la tertulia ‘Ellas son la élite’, que organiza Viva Huelva todas las semanas en la céntrica taberna onubense Guatiné, junto a Federico Pérez, integrador social y director de la Asociación Arrabales.
Ambas jóvenes sportinguistas explicaron su enganche al fútbol femenino. Ainoa Haro, de 24 años, explicó que “fui incapaz de dejar el fútbol hace cuatro años y no pude porque me atrapa la competición y esa adrenalina. Me dedico al fútbol porque es el deporte que más me gusta y en el que más competitividad tengo. Y eso que el fútbol femenino es una penuria aquí en España porque hay que echarle dinero y los sueldos son muy bajos. En mi caso, el fútbol lo tenía como hobby pero al final me ocupa todo mi tiempo libre”. Por su parte, Cinta Rodríguez, con 16 años, también comentó que “mi familia ha sido muy futbolera. Mi padre jugó en el Recreativo de Huelva y probó fortuna en el Sevilla FC. Para mí el fútbol es muy importante y lo compagino con los estudios”.
Para las chicas sportinguistas es un sueño jugar en la élite nacional y tener un futuro en el fútbol, su pasión. Cinta tuvo la posibilidad de debutar con el primer equipo en la Copa de Andalucía, título en el que el Sporting se alzó campeón, y ha tenido minutos en varios partidos de Liga, y Ainoa jugó ante el Valencia CF y ya tiene ficha con el primer equipo.
La competitividad es uno de los alicientes para realizar prácticas deportivas, y es “un objetivo primordial para alcanzar la madurez, ya que cuando compites debes saber ganar y perder, y quizás falte mucha para que chavales tan jóvenes no empiecen a coquetear con las drogas. Hay que saber convivir con la frustración”, comentó Federico Pérez, especialista en reintegrar en la sociedad a personas con problemas de adicción y que habló del deporte como instrumento de prevención del consumo de drogas. “El deporte dentro de la prevención es importantísimo porque el consumo de sustancias adictivas merma las capacidades físicas y psíquicas. El deporte mantiene de alguna forma una estabilidad física y recupera la calcificación de los huesos, mejora el sistema nervioso central… el deporte es un buen complemento para la capacidad psíquica porque mejora la competitividad, el afán de superación o el divertirse”, explicó Pérez, quien recordó que “antes, durante y después del tratamiento de rehabilitación de drogas se tiene que realizar deporte para que estas personas encuentren algo que les motive, para fortalecer eso de alma y cuerpo. El deporte sirve como un hábito para que lo puedan convertir en ritual de costumbre para que sean capaces de seguir adelante”.
En la Asociación Arrabales han pasado pacientes, ya rehabilitados, que se han dedicado al motociclismo, al remo e incluso como semi-profesionales en el fútbol.

“En Huelva deberían de existir alternativas de ocio para los jóvenes y que su plan no sea ir de botellón”

Influencia de los padres

Uno de los grandes problemas en las categorías de base del deporte es el tema de la exigencia que muchos padres imponen a sus hijos. “Han venido niños con problemas de drogas por problemas en el deporte, ya que los padres les han exigido por encima de sus posibilidades. La sociedad influye. Soy de la opinión de que los padres no deben de estar en los campos exigiéndoles a los chavales, porque tampoco están los padres en una clase del colegio. El niño debe ser lo que él considere que debe ser y hacer”, razonó Federico Pérez. Además, Ainoa añadió su experiencia personal impartiendo clases a chavales de corta edad: “He estado en equipos de fútbol de hombres y conozco experiencias horribles por ver cómo los padres insisten a sus hijos que tienen que ser estrellas. ¿Cuántos niños juegan al fútbol y cuántos llegan a la élite?”.
Se abrió un debate intenso en la nutrida mesa de Guatiné, con los taquitos de bacalao en tempura y de corvina a la plancha, ya que Federico Pérez agregó que “no entiendo cómo no hay un seguimiento exhaustivo de los educadores de los niños. No comprendo que un entrenador de  un chaval de seis años les grite, le enseñe artimañas de la competición o les exija como a un jugador profesional”.

Sin alternativas al botellón
“Huelva es una ciudad de paso de drogas y hay una barbaridad de sitios en los que se les vende alcohol a menores en la capital”, denunció Federico Pérez, y así se está adelantando la edad en la que los jóvenes consumen drogas y beben alcohol, ya no solo los fines de semana, sino los días de diario. “Tengo niños de 13 años por consumo de hachís, marihuana,… y con 16 ya han tocado la cocaína. Y el alcohol es un problema con niños de 12 años. Me llegan padres con sus hijos de 20 años para que les explique y les enseñe cómo pueden acabar”, dijo el integrador social, quien no entiende que en Huelva no haya alternativas a los botellones en las calles y no se realicen más eventos de ocio o lugares a los que puedan ir los jóvenes para evitar que creen ese hábito de consumo de alcohol y drogas. “Lo que hacen siendo tan jóvenes es muy difícil de tratar cuando son más mayores. Es un drama que no se atienda a las necesidades de este tipo de población”.
En definitiva, las actividades deportivas se utilizan en los tratamientos de desintoxicación y como medida disuasoria de otros posibles enganches. Sin duda, queda un largo camino por recorrer para que la sociedad cambie a hábitos más saludables y no se inicie a una edad tan corta en el consumo de drogas.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN