La Fiscalía y el abogado de la familia del millonario británico encontrado muerto en su casa en Estepona (Málaga) en abril de 2014 han mantenido este miércoles la acusación por un delito de asesinato para la expareja del fallecido, que está siendo juzgada esta semana por un jurado popular.
En el trámite de conclusiones, el fiscal encargado del caso ha mantenido la petición de 20 años de cárcel y ha retirado la acusación por el delito de robo de uso de vehículo. Por su parte, la acusación particular, que representa a la familia, ha mantenido la solicitud de 27 años de prisión por asesinato y allanamiento de morada.
El juicio seguirá este jueves cuando la defensa presentará sus conclusiones definitivas y con los informes finales de las tres partes, tras lo que se entregará el objeto del veredicto a los jurados con las preguntas sobre los hechos, con el fin de que puedan comenzar a deliberar.
El ministerio fiscal sostiene que la acusada estaba en la casa del hombre, con el que había tenido una relación que terminó en noviembre de 2013, cuando llegó con su nueva novia, quien salió de la casa. Él regresó y la acusada, "con ánimo de acabar con su vida" y "de manera sorpresiva" le disparó hasta en tres ocasiones con un revólver.
La procesada declaró que esa noche hubo una pelea en la casa, en la que él le golpeó y luego esgrimió un arma, que ella logró quitarle. "La cogí y se disparó. Yo estaba liberándome de sus manos, no quería hacerle daño", relató en su declaración, en la que no pudo precisar cómo se produjeron los otros dos disparos.
Los médicos forenses que realizaron la autopsia al cuerpo del hombre no hallaron evidencias de defensa o lucha en el cadáver y señalaron que si hubo un altercado no fue de entidad como para provocar heridas. Manifestaron que el cuerpo no presentaba ninguna lesión distinta a los tres disparos.
El primero fue en el brazo, compatible con haberse producido en una escalera, y el segundo y el tercero en la cabeza y realizados a larga distancia, a partir de 90 centímetros o un metro. El segundo disparo es compatible con que el hombre intentara huir y el último fue mortal y se produjo cuando el cuerpo estaba cayendo al suelo.
Este miércoles han comparecido varios peritos. Así, un experto en armas ha explicado el funcionamiento del revólver utilizado y ha considerado que ese tipo no se puede disparar de forma accidental en condiciones normales, al ser un arma segura; aunque si hay un forcejeo es más fácil que se produzca.
Este experto ha indicado que el revólver no tiene número de serie y que se trata de un arma de defensa. Otros peritos han analizado los residuos de disparos encontrados en la víctima, lo que es "lógico". Preguntados por la defensa por la única partícula en una testigo, han señalado que no se puede dar una conclusión para que se produjera esa transferencia secundaria por una única partícula, al influir distintas variables y circunstancias.