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En busca de una alternativa a medicamentos contra el dolor de artrosis

El doctor Nicolás Rubio ha patentado un aceite ozonizado para combatir los dolores crónicos de artrosis de columna

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  • Nicolás Rubio -
  • Ha dedicado los últimos siete años a investigar una posible alternativa al alivio del dolor que ocasiona la artrosis de columna
  • El resultado es un aceite ozonizado que incorpora antioxidantes y se aplica sobre la piel
  • De 62 pacientes que han utilizado el aceite, 58 han evolucionado satisfactoriamente

“El 80% de las personas va a tener dolores de columna alguna vez en su vida. A partir de los 50 años quien se levante por la mañana de la cama sin dolor es que está muerto”. Quien lo asegura de forma tan categórica es el doctor Nicolás Rubio, y no sólo por experiencia -es especialista en Medicina Interna, aparato respiratorio, alergólogo e inmunólogo-, sino porque ha convertido los últimos doce años en una investigación constante en la búsqueda de una alternativa a los medicamentos que se diagnostican a diario para hacer frente al dolor, y lo ha hecho a través de la Ozonoterapia. De hecho, los últimos siete años los ha dedicado a patentar un aceite ozonizado que se aplica directamente sobre la piel.
El resultado es Antiozox, que incorpora a su vez antioxidantes enzimáticos, y que ya ha empezado a aplicar entre sus pacientes. “De 62 pacientes, 58 han respondido de forma favorable”, responde satisfecho y convencido del éxito de una fórmula que pretende comercializar próximamente como “complemento alimenticio, ya que desde el punto de vista técnico no es un medicamento”, de ahí que haya optado por una patente a la que ha llegado, asimismo, “de la mano” del Ministerio de Salud Pública y de la Agencia Española del Medicamento, con quienes ha estado en contacto en todo momento.
Todo empezó hace doce años. “En un congreso médico descubrí los avances que se estaban produciendo en el tratamiento de la artrosis de columna con ozono, más concretamente en Italia. Me fui a Milán y estuve tres meses profundizando en el conocimiento de la técnica. Me enamoré del ozono. Sin embargo, en España no había titulación, hasta que a través de la Universidad de Sevilla se estableció la titulación pionera de Experto Universitario en Ozonoterapia”.
La cuestión, según relata, no se debía sólo a la experimentación con el ozono, sino a las consecuencias de la práctica en beneficio del propio paciente, ya que una de las más importantes implica poder dejar de consumir medicamentos, los “famosos AINES” (Antiinflamatorios no esteroideos), diagnosticados para hacer frente al dolor, desde ibuprofeno a paracetamol, por citar los ejemplos más comunes. “Es más, los enfermos alérgicos a este tipo de medicamentos tienen que ser tratados directamente con morfina”, expone.
Pero hasta llegar a la solución definitiva aún tendría que pasar casi una década y apoyarse en otros estudios, caso de la bioquímica, y en experimentaciones de otros médicos. En este sentido, el momento clave llegó en un congreso celebrado en Cuba en el que se presentó un jabón ozonizado. “Desde aquel momento empecé a pensar en ozonizar algo y el primer producto en el que pensé fue el aceite de oliva. A mi regreso investigué y comprobé que ya se estaba haciendo algo similar, pero relacionado con el mundo de la cosmética, ya que todo se reduce a una lucha contra el envejecimiento celular, por lo que decidí enfocar la investigación desde el punto de vista bioquímico”.
Siete años después, el producto de dicha investigación ya tiene nombre, envase y aplicación. Se llama Antiozox, un aceite ozonizado con antioxidantes enzimáticos (tocoferol, selenio y catalasa) que aplicado sobre la piel, y complementado con una manta eléctrica de masajes, “proporciona el alivio necesario contra los dolores de artrosis”, tal y como viene comprobando a partir de la utilización entre sus propios pacientes. El producto lo comercializará en un bote de 100 ml. que puede servir a cada paciente durante tres meses. 

“El aceite no cura la artrosis. Si hay una reagudización hay que recurrir al médico”

Precedentes
Hasta lograr patentar este producto, había tres formas de administrar el ozono en pacientes con dolores de columna -técnicas que sólo se llevan a cabo en España en clínicas privadas, según reconoce Nicolás Rubio-: la discolisis, que implica la inyección de una aguja hasta la vértebra para suministrar el ozono. “Es un método buenísimo, pero tiene el inconveniente de que es peligroso”. La segunda opción es la autohemoterapia, que consiste en sacar sangre al paciente, mezclarla con ozono, y se le vuelve a administrar al paciente. “Este sistema también es buenísimo, pero tiene otro inconveniente más, que hay que hacerlo cada dos días, porque el ozono se consume, y una vez consumido vuelven los dolores”. Y hay una tercera opción, las paravertebrales, que también consiste en la inyección de agujas, “pero hay que hacerlo también cada tres días y los pinchazos duelen”.
Unos inconvenientes que el doctor Rubio considera haber sorteado con el aceite ozonizado. “Este aceite, desde el punto de vista del ozono, no hablamos aún de los antioxidantes, tiene las mismas ventajas que los tres sistemas anteriores, pero además elimina los inconvenientes, ya que lo puedes aplicar diariamente, neutralizas el dolor, es más económico y más eficaz, ya que lo puedes utilizar todos los días. Pero hay que añadir un aspecto más, que el paciente puede dejar de consumir medicamentos”.
“¿Quién no aplaude este tipo de técnicas?, pregunta retóricamente Nicolás Rubio, “la industria farmacéutica, porque el enfermo consume menos medicamentos, porque no los necesita”. De hecho, asegura haber recibido ofertas subliminales para comercializar el aceite ozonizado, pero, de momento, se ha negado “porque entiendo que en realidad no les interesa”.
Eso sí, también responde categóricamente a las posibilidades del procucto patentado: “Yo no curo la artrosis.Quien se aplica el aceite seguirá teniendo artrosis. Si en algún momento, por alguna caída o un enfriamiento o sufre una reagudización de su proceso, debe ir a su médico. Que quede claro. Las reagudizaciones por artrosis no se curan con el aceite, sino con el tratamiento que le recete a cada paciente su médico de cabecera”.

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