El concejal de Turismo y Promoción de la Ciudad del Ayuntamiento de Málaga, Julio Andrade, ha indicado este miércoles que la puesta en marcha del decreto que regula los planes turísticos de las grandes ciudades de Andalucía, aprobado por este pasado martes por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, "no puede suponer la renuncia a los compromisos ya adquiridos en el marco del Plan Turístico de Málaga".
En este sentido, Andrade ha recordado que el Plan Turístico de Málaga, suscrito en 2009, contemplaba una inversión de 22,1 millones de euros, de los que el Gobierno andaluz financiaba el 60 por ciento y el Ayuntamiento de Málaga el 40 restante.
Sin embargo, ha apuntado en un comunicado que "hasta la fecha sólo se han invertido en torno a nueve millones". El decreto aprobado contempla inversiones de 40 millones, financiadas al 50 por ciento, para todos los municipios mayores de 100.000 habitantes, ha añadido.
Por ello, el concejal ha anunciado que pedirá una reunión con el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández, a fin de recibir información sobre estos planes, ya que para la elaboración del decreto "no se ha contado con los ayuntamientos, pese a que la nueva normativa cambia incluso las reglas de financiación".
Además, el edil ha criticado que "se están cambiando las reglas del juego cuando a Málaga aún le queda por desarrollar la tercera fase del plan", que prevé la remodelación de los paseos marítimos de El Palo y Pedregalejo y ha dicho que, por ejemplo, el Plan Turístico de Sevilla sí se ha completado totalmente, tras invertir más de 22 millones de euros.
PLAN TURÍSTICO DE MÁLAGA
El Plan Turístico de Málaga nació del acuerdo de colaboración entre las administraciones local y autonómica, poniendo de manifiesto la coordinación de las instituciones públicas con el fin de fortalecer la imagen de Málaga capital como un destino cultural y urbano de primer orden en el ámbito internacional.
Para ello, la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga sellaron el 6 de agosto de 2009 el plan, que fue rubricado por el entonces presidente del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán, y el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre.
Con este proyecto la ciudad ha iniciado una apuesta por el turismo urbano en su vertiente cultural para conformarse en un referente en el arco mediterráneo, ha destacado Andrade.
Así lo entendían las dos instituciones, que se animaron a desarrollar un plan turístico que pusiera en valor sus recursos y creara otros nuevos, ha añadido. Su objetivo fundamental pasaba por mejorar la competitividad turística de la ciudad y posicionarla como un claro referente de turismo urbano y 'city-break' en torno a segmentos específicos con grandes perspectivas de crecimiento.
El Plan Turístico de Málaga ha pretendido como objetivo prioritario diversificar las posibilidades urbanas, culturales y de ocio de Málaga ciudad, fortaleciendo de esta manera el segmento urbano y cultural como pilar fundamental del desarrollo turístico de la capital.
Por ello, la primera fase del plan se centró en la creación de un gran espacio turístico en el entorno del Museo Picasso, convertido en baluarte de la transformación turística y cultural de esta zona. Las actuaciones se llevaron a cabo entre las calles Alcazabilla y Pozo del Rey de la capital, así como en las calles San Agustín, Cister, Duque de la Victoria y Molina Lario.
NUEVO ESPACIO TURÍSTICO
Esta actuación, integrada en la primera fase del plan, ha creado un nuevo espacio turístico en la ciudad y ha servido para poner en valor un área de la ciudad histórica privilegiada, al encontrarse en ella el conjunto monumental formado por la Alcazaba, Gibralfaro y el Teatro Romano, justo a las espaldas del Museo Picasso y la antigua Judería, también rehabilitada.
Además, con la idea de crear un gran espacio turístico monumental mediante la revitalización del entorno del Museo Picasso y la Casa Natal del pintor, también se remodeló el tramo de la calle Granada comprendido entre la plazuela de Jesús Castellanos y la plaza de la Merced, centro de la ruta picassiana.
Con estas obras las instituciones implicadas en el Plan Turístico de Málaga han intervenido en un ámbito privilegiado del casco histórico, ya que el documento estuvo llamado desde el principio a suponer un antes y un después en la competitividad turística de Málaga, puesto que permite aprovechar su ventaja como destino donde interactúan los espacios litoral y urbano, además de sacar partido a su potencial como ciudad con una oferta multisegmento.
La segunda fase contempló la realización de una serie de trabajos para mejorar la zona sur de la Catedral y ha afectado a las calles Postigo de los Abades, Cortina del Muelle, Cañón y Molina Lario, lo que ha servido para poner en valor uno de los monumentos más significativos de la ciudad y favorecer el propósito de unir el Centro Histórico con el puerto. Además, también se ha incluido en esta fase la remodelación del entorno del Gran Hotel Miramar.
Finalmente, el plan contempla una tercera fase, relativa a la rehabilitación del frente litoral de la ciudad y, más concretamente, a la zona del paseo marítimo de Pedregalejo y El Palo.
De hecho, en la comisión de gestión del Plan Turístico de Málaga celebrada el 23 de julio de 2011 se aprobó la propuesta, presentada por el Área de Turismo, de renovación de ese paseo marítimo, basada en la ordenación del espacio peatonal y de las terrazas mediante la combinación de materiales (maderas y piedra), el recubrimiento del muro de ribera del paseo y la mejora de las terrazas; una propuesta que fue aceptada, por cumplir con los objetivos del plan, para los miembros de la comisión de seguimiento.