Es lunes, y cuando todos los niños están en las aulas, Isabel se pasea plácidamente en el columpio de la plaza Santa Ana, empujada por su madre, que se pregunta por qué a mí...
El caso de la niña de tres años Isabel ya se ha hecho conocido en Arcos, sobre todo a raíz de las protestas que sus padres y familiares han llevado a cabo en el Pleno municipal y por otras vías. La menor, que se ha quedado sin plaza de Infantil en los colegios de la zona alta de la ciudad, ha sido obligada a matricularse en el CEIP Campoameno, que se encuentra en el Barrio Bajo de Arcos.
Si bien la niña vive en Las Palomas -zona alta de la ciudad-, su familia asegura no disponer de medios para escolarizarla en el Barrio Bajo, entre otros motivos porque tanto el padre como la madre, Isabel Pavón, trabajan. Además, se da la circunstancia de que existe una plaza vacante en el CEIP Maestro Juan Apresa, que se encuentra en la zona alta y relativamente cerca de la vivienda de la menor. Además, este colegio goza de aula matinal que es el servicio que sus padres demandan al encontrarse trabajando. La dirección de este colegio está dispuesta a llevar a cabo la matriculación de la niña pero la orden dada desde la Delegación territorial de Educación es que no sea así.
Isabel Pavón asegura que viene ‘luchando’ contra esta situación desde mayo pasado, pero que desde entonces Educación no le ha dado una solución. Desesperada, acudió en primer lugar a la oficina del defensor de la ciudadanía de Arcos y, posteriormente, recurrió a la política para denunciar su situación, concretamente al grupo Ai-Pro.
Mientras tanto, la niña, que ha estado dos años en una guardería y que por tanto está acostumbrada a estar en clase con sus compañeros, se encuentra en casa, interfiriendo lógicamente en la vida laboral de sus padres y atendida muchas veces por su abuela.
Su familia, que espera la ayuda del Ayuntamiento que por ahora no le ha podido dispensar, confía en que la Delegación de Educación en Cádiz se retracte y dé luz verde para que pueda ser matriculada en el colegio Maestro Juan Apresa.
Sin embargo, el de Isabel no ha sido el único caso, con la diferencia de que el resto de niños, ocho concretamente, han sido escolarizados en otros colegios pese a estar bastante retirados de su vivienda.
Algunas familias, aun viviendo en la zona alta, han accedido a matricularlos en colegios como El Santiscal; y viceversa, algunas familias del Barrio Bajo han acabado matriculando a sus pequeños en centros como La Salle, que está en la zona alta de Arcos.
