El recién elegido Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, Ricardo Cobo, afronta los tres próximos años con “ilusión, responsabildad, honor y respeto”.
El respaldo de 527 cofrades de pleno derecho en las pasadas elecciones lo interpreta como un “apoyo masivo a una candidatura que presenta aires nuevos para la Cofradía, un proyecto de renovación que garantiza el futuro a medio y largo plazo”.
Ricardo Cobo ha reconocido a VIVA JAÉN que ser el Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús es la “máxima aspiración que puede tener un católico” jienense y su afán será trabajar por hacer de la Cofradía una Hermandad, potenciando la formación, la caridad y los cultos.
Representa un “proyecto ilusionante” en el que la formación significará la mezcolanza entre los conocimientos teológicos propios de los cofrades y asuntos de actualidad como la violencia de género, la inmigración o la desigualdad.
Cobo trabajará en una caridad “cercana y sin límites”, centrada en los mayores y en los niños enfermos, especilamente. “Una Cofradía no se puede entender sin caridad”, dice. En esta línea,
Ricardo Cobo apunta a que “hasta ahora se ha hecho muy bien, pero se puede hacer más grande la Hermandad, con una participación masiva de jóvenes”.
Uno de los objetivos es convertir la procesión de La Madrugada jienense en la “santa y seña de la Semana Santa de la ciudad”. La intención es que los jienenses recuperen la ilusión por ver a Nuestro Padre Jesús en la calle y un paso para ello es caminar hacia la “dignificación” de la procesión, señalando la necesidad de que quien acompañen a la Cofradía en procesión vistan el traje de estatutos. “Sabemos que es difícil porque llegan devotos de toda la provincia y eso hace que la procesión sea singular, pero tenemos que conseguir que sea un referente”.
Plantea potenciar a los hermanos de luz y hacer “más ágil” la procesión.
En cuanto al Santuario-Camarín, contempla la musealización del mismo y hacer “más acogedora” la Iglesia.
Ricardo Cobo llegó a la Cofradía en 1996 y tras dos décadas, afronta tres años de trabajo de la mano de su junta de Gobierno, con Rosa Garrido como Vicehermana Mayor y Manuel Escudero como Administrador. Su primer cometido es la actualización de los estatutos y de la reglamentación del régimen interno.