Los actos vandálicos que se suceden en el espacio público traen literalmente de cabeza al área de Infraestructuras del Ayuntamiento, que apenas cierra una intervención en la vía pública cuando vuelve a ser reclamada por los vecinos para paliar los efectos de estos atentados.
El teniente de alcaldesa de Sostenibilidad, Participación y Movilidad, José Antonio Díaz, lamentó ayer la “falta de civismo, educación y sensibilidad” de aquellas personas que protagonizan estos actos vandálicos, al tiempo que advirtió de los “recursos humanos y económicos” que deben destinarse anualmente a reparar los daños causados en el espacio o el patrimonio público.
El último atentado se produjo en la madrugada de ayer lunes en la plaza del Mercado y tuvo como víctima propiciatoria a los bustos recientemente dedicados a Cervantes y Shakespeare. En concreto, las esculturas amanecieron teñidas de blanco. Ya apenas unas horas después de su colocación -hace justo un mes-, los bustos fueron agredidos con silicona.
Por tanto, se trata de al menos el segundo acto vandálico que sufre este monumento, que fue financiado por la iniciativa privada y ejecutado por profesionales de la Escuela de Artes.
El día a día de este área
Esta agresión sobre el patrimonio público tiene mayor eco que otras incidencias que registra diariamente el área de Infraestructuras. El propio José Antonio Díaz asegura que las actuaciones de reparación son constantes y a veces estériles. “Se nos ha dado el caso de ir a un lugar determinado a sustituir las lámparas del alumbrado público porque estaban fundidas y tener que volver una semana después porque ya se habían roto. Pero es que lo peor es que en este último caso los propios vecinos les dijeron a los operarios que no pusieran bombillas nuevas porque también las iban a romper”, explica, sobre un caso concreto que se produjo en la zona del polígono de San Benito hace apenas unos meses.
Las pintadas y grafitis son otro de los quebraderos de cabeza de este área municipal y también a veces el trabajo apenas cunde. “Pintamos unas fachadas de espacios públicos en la zona de La Vid y una semana después volvimos a encontrar estos taludes llenos de grafitis”, recuerda.
También es habitual que se produzcan daños o roturas en los parques infantiles apenas unos días después de su estreno. El teniente de alcaldesa de Sostenibilidad, Participación y Movilidad alude igualmente a la rotura de los bancos que se habían colocado recientemente en el parque forestal de La Marquesa. “Nos encontramos con actos vandálicos de todo tipo y tratamos de responder lo antes posible, pero lo verdaderamente importante sería concienciar a la población de la necesidad de cuidar el patrimonio público”, insiste. No existe una cuantificación actualizada de los recursos que se destinan a atender este tipo de demandas ciudadanas, pero es obvio que a lo largo del año “son bastantes” las actuaciones que deben llevarse a cabo.