La Guardia Civil de Guadalajara investiga, en el marco de la operación 'Bravata', dos presuntos delitos de extorsión mediante la modalidad del secuestro virtual ocurridos durante este mes de marzo en la localidad guadalajareña de Sigüenza.
En nota de prensa, la Delegación del Gobierno ha explicado que en dos domicilios de esta localidad se recibieron sendas llamadas telefónicas cuyos interlocutores hicieron creer a las víctimas que habían secuestrado a uno de sus hijos y que tenían que pagar una cantidad de dinero si querían volver a verlos con vida.
En una de estas ocasiones consiguieron su propósito, logrando que una de las víctimas enviara 800 euros a una persona de Santiago de Chile a través de una empresa de envío de dinero.
El secuestro virtual comienza con una llamada telefónica realizada a una persona elegida al azar, en la que el delincuente simula tener secuestrado a un familiar de la persona que recibe la llamada y, bajo amenazas de diferente índole, exige una cantidad de dinero para ponerlo en libertad. Los delincuentes llegan a fingir gritos solicitando auxilio y, en ocasiones, la voz del supuesto secuestrado para conseguir su propósito.
En caso de ser víctima de una extorsión de estas características es fundamental mantener la calma y seguir la pautas marcadas en el siguiente decálogo, que ha sido confeccionado por expertos del Equipo de Secuestros y Extorsiones de la Guardia Civil, agentes con gran experiencia y cualificación que han participado eficazmente en investigaciones de secuestros en España y fuera de nuestras fronteras.
DECÁLOGO DE COMPORTAMIENTO
La Guardia Civil recomienda mucha precaución con llamadas entrantes con prefijos desconocidos o numeración oculta. Una vez atendida una llamada extorsiva mantener en todo momento la calma y serenidad. Escuchar y dejar hablar a nuestro interlocutor, grabando la conversación si es posible. No facilitar nunca durante la llamada datos personales, familiares, de ubicación de contacto.
Dejar siempre una línea de telefonía libre para intentar localizar a la supuesta víctima y/o avisar a la Guardia Civil, simultáneamente.
Intentar realizar alguna pregunta muy persona de la víctima que le permita, en base a la contestación, concluir que es un falso secuestro.
No efectuar nunca por nuestra cuenta pagos monetarios o entregas de efectos de valor requeridos por el extorsionador. No dudar en cortar la comunicación. Posiblemente desistirán y buscarán otra posible víctima.
Escribir inmediatamente todo lo que se recuerde y denunciar siempre los hechos a la Guardia Civil.
De igual modo, aconsejan controlar los datos volcados en las redes sociales y evitar encuestas por las que se pregunte por datos personales. Estos datos pueden ser utilizados por los criminales para hacernos creer que es un secuestro real.