El Papa quiere una Iglesia que no pase "de lejos" ante las heridas del hombre en el mensaje para el Encuentro Mundial de las Familias 2018 en el que ha reivindicado la unión "entre hombre y mujer" que esté "abierta a la vida y al servicio de ella en todas sus fases".
Francisco ha hecho estas reflexiones en la carta enviada al prefecto del Dicasterio para los Laicos y la Familia y la Vida, cardenal Kevin Farell, quién coordina el IX Encuentro Mundial de las Familias en Dublín (Irlanda) del 21 al 26 de agosto de 2018 sobre el tema 'El evangelio de la Familia: alegría por el mundo'.
"Sueño con una Iglesia en salida, no autorreferente, una Iglesia que no pase lejos de las heridas del hombre, una Iglesia misericordiosa que anuncie el corazón de la revelación de Dios Amor que es la Misericordia", ha señalado el Pontífice.
Así, ha evidenciado el compromiso de Dios "con una humanidad a menudo herida, maltratada y dominada por la falta de amor". Por otro lado, ha recordado que sin amor "no se puede vivir como hijos de Dios, como cónyuges, padres y hermanos".
A este respecto ha hecho hincapié en la importancia de que las familias "se pregunten a menudo si viven partiendo del amor, por el amor y en el amor", que ha definido con el perdón, el no perder la paciencia, anticiparse al otro y respetarse. "¡Cómo mejoraría la vida familiar si cada día se vivieran las tres sencillas palabras "permiso", "gracias", "lo siento"", ha señalado.
"Es la misma misericordia que nos hace nuevos en el amor y sabemos cuánto las familias cristianas son lugares de misericordia y testigos de misericordia. Después del Jubileo extraordinario lo serán todavía más, y el Encuentro de Dublín podrá dar señales concretas", ha añadido.
Finalmente, ha invitado a toda la Iglesia a recordar estas indicaciones en la preparación pastoral para el próximo Encuentro Mundial de las Familias de Dublín.