Laura García-Caro, bronce individual y oro por equipos en la Copa de Europa de Marcha (20 km) disputada en Podebrady (República Checa) el pasado domingo, ha manifestado que la "felicidad" que siente por estos éxitos muestra "el trabajo de mucho tiempo".
La marchadora de la localidad onubense de Lepe, que el lunes regresó a España, declaró a Efe que la recompensa a los entrenamientos acumulados "a veces tarda en salir" pero que "merece mucho la pena" y que "quien la sigue la consigue".
"Hemos vivido una experiencia inolvidable y estoy muy feliz de sacar a relucir mucho trabajo escondido", insistió García-Caro, quien comentó que en la carrera tuvo unas sensaciones "magníficas desde el principio" y que las quiso "aprovechar".
La líder nacional de los 20 kilómetros marcha apuntó que arriesgó porque "creía en un gran día" y que preparó la cita checa "con mucha ilusión" porque volvía a encontrarse "muy bien en los entrenamientos y las competiciones".
"Quería volver a sacar lo mejor de mí", subrayó la onubense, quien añadió que, tras una temporada "malilla", aprendió "a valorar más los grandes momentos y saber continuar con ganas cuando las cosas no salen como quieres".
El pasado año no logró disputar la Copa del Mundo ni luchar por una plaza en los Juegos Olímpicos de Río tras haber ido en 2015 al Mundial de Pekín.
Ahora mira al Mundial de Londres, cita sobre la que se postula para ser una de las representantes españolas tras su gran actuación del pasado domingo.
"Por ahora tengo la mejor marca española y espero estar ahí", subrayó García-Caro, que antes disputará el Campeonato de Europa Sub-23, donde tras rozar el podio en dos ocasiones ahora tiene "que luchar por conseguir una medalla" en esa categoría.
