La procesión del Corpus Christi brilló en las calles isleñas pese al viento de levante y al intenso calor. El programa desarrollado este año ha brillado en variedad y calidad, a lo que puso el cúlmen la procesión en la víspera de la Virgen del Carmen Coronada.
Por la mañana, las hermandades se afanaban en terminar los altares que muchas habían empezado por la noche. El fuerte viento impidió que muchos estuvieran terminados a las 12.00 horas, en la que pasaba el jurado, de forma que tuvo que girar varias visitas.
A las 18.00 horas comenzaba la función en la iglesia Mayor, presidida por el arcipreste Alfonso Gutiérrez Estudillo, en lo que fue su última celebración del Corpus como tal, tras decretarse su traslado a la parroquia de San José de Cádiz. Estuvo acompañado por el clero de la ciudad en una ceremonia, donde no faltaron las representaciones civiles y militares, encabezadas por Patricia Cavada y el Comandante General de Infantería de Marina, Jesús Manuel Vicente Fernández.
Fuera del templo, la banda de Infantería de Marina y la sección de honores esperaba la llegada del COMGEIM para pasar revista. Tras ello, se marcharon pues era impensable que pudieran continuar bajo un sol de justicia y un calor asfixiante.
En torno a las 19.00 horas comenzaban a salir los niños de primera comunión y se iniciaba un cortejo integrado por todos los movimientos de la Iglesia local, como asociaciones parroquiales, Adoración Nocturna, movimiento neocatecumenal, hermandades y cofradías de penitencia y gloria, asociaciones de Derecho Público, como Colegio de Abogados, Acosafe, Real Academia de San Romualdo, Colegio Médico y Caballeros Hospitalarios, entre otros. Además de los responsables de Cáritas en el Día de la Caridad por antonomasia.
Los pasos de San José, que estrenaba maniguetas y parte de crestería, y la Virgen del Carmen Coronada fueron sin música, portado uno por su cuadrilla de hermanos y la Patrona por la cuadrilla de Pepe El Mellado, estando la custodia a cargo de la JCC. Tras la custodia sí estuvo la banda de Infantería de Marina con una sección, rindiendo honores.
Enfocar la calle General García de la Herrán suponía que los niños de primera comunión corrieran para quitarse de enmedio el intenso sol y calor.
La recuperación del itinerario tradicional de la procesión hasta la Alameda supuso un espaldarazo a la solemnidad del Corpus. Tres alfombras montadas por Soledad, Asociación de Belenistas y parroquia de San José Artesano, a lo largo de la calle Las Cortes, General Valdés y la Alameda. Además, hasta cinco altares montados por Misericordia, Medinaceli, Columna, Huerto, Servitas y Cristo Rey. La Archicofradía de Medinaceli que el año pasado dedicó su altar a las Madres Capuchinas, lo dedicó este año al recuerdo de Alfonso Berraquero García.
A lo largo del itinerario destacó la solemnidad del cortejo y la grandeza de un itinerario tradicional que responde a la perfección en poco más de un kilómetro para la procesión del Corpus, que finalizó con la bendición del arcipreste con el Santísimo y el posterior desfile de las Fuerzas Armadas, con el aplauso del pueblo isleño.
Ya en la recogida, la exposición sobre Camarón de La Isla en fotografías de la agencia EFE, fue un gran obstáculo para ver la salida y recogida de la procesión.
