La Guardia Civil ha detenido en Pamplona a un joven de 24 años considerado como uno de los mayores traficantes de armas en la "dark net" (red oscura), operación en la que se han practicado registros en varias provincias y arrestos de otros cinco compradores en Alemania, Reino Unido y España.
El joven compraba presuntamente armas inutilizadas, las reparaba y después traficaba con ellas, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, en el que precisa que para ello usó el mismo establecimiento de Eslovaquia de donde salieron las usadas en los atentados terroristas de París de enero de 2015 y del tren Thalys en agosto de ese mismo año.
Al parecer, el sospechoso vendía las armas y municiones a través del portal Alphabay Market, recientemente clausurado por las autoridades de Estados Unidos.
Al igual que en su día a día, en internet adoptaba estrictas medidas de seguridad para evitar ser identificado, tales como el uso de la red TOR para anonimizar su navegación y ocultar su ubicación, un software para encriptar los mensajes con los compradores, bitcoins para recibir los pagos, servicios virtuales para impedir la trazabilidad y tarjetas bancarias virtuales abiertas en entidades de paraísos fiscales.
Tras la detención de este individuo se han efectuado siete registros en Navarra, Barcelona, Pontevedra y A Coruña, estos dos últimos vinculados al único comprador de armas residente en España, que también ha sido arrestado.
En ellos la Guardia Civil ha localizado, entre otros efectos, 22 armas cortas, una escopeta de cañones recortados, un mechero-pistola, 15 cargadores, numerosos cañones de fabricación artesanal y piezas de repuestos de armas de fuego, munición de varios calibres, un kilo de pólvora, y maquinaria y herramientas para la fabricación de todo ello.
La operación, denominada Ruger y dirigida por el Juzgado de Instrucción 4 de Pamplona, es "uno de los mayores golpes a nivel internacional" de la venta de armas por internet y sus "cryptomercados".
Fue en marzo cuando los servicios de seguridad de Correos en Navarra detectaron varios paquetes postales con destino al extranjero que contenían armas de fuego y municiones cuidadosamente ocultas en su interior.
A partir de ahí la investigación de la Guardia Civil ha permitido saber que el joven, haciendo uso de diversas empresas de logística y falsas identidades, había enviado al menos 30 paquetes postales con armas a más de once países de Europa, América y Asia.
Se ha comprobado asimismo que, a pesar de no tener trabajo, llevaba un elevado nivel de vida, con frecuentes viajes y cambios de domicilio, e incluso se había comprado un velero que tenía atracado en el puerto olímpico de Barcelona.
En el registro de un garaje que utilizaba como "piso de seguridad" tenía instalado el taller clandestino para la fabricación de armas y municiones diversas, y la preparación de los paquetes postales para que pasaran desapercibidos.