Dichos cuerpos aún no presentaban señales de descomposición cuando fueron rescatados y trasladados a las instalaciones del Instituto Anatómico Forense de Cádiz para que se les efectuase la autopsia y quedaran bajo tutela judicial a la espera de ser identificados. Sin embargo, tres semanas después de su ingreso en el citado instituto, los cadáveres se encuentran en un avanzado estado de corrupción y putrefacción cuando debían conservarse prácticamente tal y como fueron hallados, si hubieran sido sometidos a congelación, que es lo propio en estos casos.
Sefuba tiene constancia de este hecho debido a que dos de los cuerpos han sido ya identificados mediante pruebas de ADN, y ha sido contratada por los familiares para su repatriación.
La funenaria barreña ya había tenido acceso, tras el naufragio, a las fotografías de las dos víctimas a través de los atestados de la Guardia Civil, cuando éstas fueron mostradas a las personas que se presentaron como presuntos familiares y reclamando los cuerpos.
La empresa barreña ha puesto esta situación en conocimiento de las autoridades competentes, entre ellas la delegación provincial de la Consejería de Justicia, a través de su secretaria general, María del Mar Morales, y asegura que se le ha hecho caso omiso. Que “no es asunto de su competencia”, ha sido, concretamente, la respuesta que le ha dado la mencionada secretaria general al gerente de Sefuba, Martín Zamora, según afirmó éste, añadiendo, además, que “peor se encontrarían los cadáveres si en lugar de estar en el instituto permanecieran aún en la playa de Barbate”.
La funeraria ha informado igualmente del tema al Consulado del Reino de Marruecos en Algeciras y el cónsul en persona ya ha dirigido un escrito, interesándose, a la administración autonómica andaluza, dado que los cadáveres de los que se trata corresponden a ciudadanos marroquíes.
En las instalaciones del tanatorio de Sefuba, en Los Barrios, todavía quedan ocho cuerpos de los inmigrantes que perecieron en el naufragio de otra patera a finales de 2007, también frente a la costa barbateña, porque aún no han sido identificados, y a pesar del tiempo transcurrido los cadáveres se hallan tal y como fueron depositados hace casi dos años.
Martín Zamora atribuye a la administración autonómica en lo que respecta a este asunto “una falta de consideración más que reprobable tanto hacia la propia persona de los fallecidos como a sus seres queridos” y la acusa de no haber actuado como debiera procurando conservar los cadáveres en las mejores condiciones posibles en tanto concluye el proceso de su identificación.
