La Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa) ha presentado este miércoles a los expertos que representarán al colectivo en la comisión propuesta por la Consejería de Cultura, en torno al principio de acuerdo alcanzado hace meses por ambas partes para solucionar por vía extrajudicial el conflicto del proyecto de restauración y adaptación de las Reales Atarazanas, declaradas bien de interés cultural (BIC) y de titularidad autonómica.
El portavoz de Adepa, Joaquín Egea, ha celebrado este miércoles una rueda de prensa acompañado de otros miembros del colectivo, como José María Cabeza, Fernando Fernández, Isidoro Moreno y José García Tapial, al objeto de informar de su participación en la comisión de trabajo propuesta por la Consejería de Cultura para intentar cerrar de modo definitivo este el prolongado conflicto que rodea al proyecto de recuperación del citado monumento y su adaptación como espacio cultural.
Y es que recientemente, Joaquín Egea manifestaba a Europa Press su impresión de que tras la renovación del organigrama de la Consejería de Cultura, daba la impresión de que el nuevo equipo de dicho departamento pretendía dejar congelado el principio de acuerdo alcanzado entre los conservacionistas y la Consejería, cuando la misma estaba liderada por Rosa Aguilar y Eduardo Tamarit ostentaba la Secretaría.
No obstante, ante la última propuesta de la Consejería para conformar una comisión de trabajo entre ambas partes, Adepa ha informado este miércoles de que participará de dicho órgano mediante el jurista Adolfo Arenas, el ingeniero José García Tapial y el arquitecto José Luis de Justo. Todo ello, eso sí, al objeto de dar "forma jurídica" al documento ya perfilado por Adepa y el anterior equipo de la Consejería de Cultura, un documento que el colectivo esgrime como plenamente válido y cuya renuncia no aceptaría.
En cualquier caso, la licencia de obras del proyecto de reforma y adaptación del monumento sigue cautelarmente suspendida por orden del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número nueve, después de que Adepa impugnase dicha licencia y solicitase su suspensión provisional hasta la resolución del litigio.
EL CONFLICTO DE LAS ATARAZANAS
El diseño original del proyecto, obra de Guillermo Vázquez Consuegra, plantea restaurar y adaptar como centro cultural el citado recinto histórico, formado por restos de la antigua muralla almohade, siete naves de las atarazanas medievales del siglo XIII, restos del apostadero de la Carrera de Indias de los siglos XVI y XVII y edificaciones de la Real Maestranza de Artillería pertenecientes a los siglos XVIII, XIX y XX.
Pero aunque la iniciativa cuenta con aval de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico e incluso licencia de obras, los colectivos conservacionistas la tachaban de "crimen patrimonial". Principalmente, criticaban que la iniciativa no recuperase la cota original del monumento y contemplase "la reforma de dos cuerpos edificados sobre las naves dos y cuatro, modificando sus cubiertas, cerramientos y distribución interior", con la instalación de "varias escaleras mecánicas y un nuevo forjado", entre otros aspectos.
Además, criticaban la previsión inicial de incorporar "micropilonos de hormigón a los pilares originales", lo que a su juicio suponía "introducir elementos nuevos disruptivos con el entorno y contrarios a la conservación íntegra" del monumento, sobre todo porque los micropilonos de hormigón "no salvaguardan el patrimonio arqueológico".
No obstante, la prolongada y ardua negociación entablada entre Adepa y la Consejería de Cultura para alcanzar un acuerdo extrajudicial acabó dando su fruto, con un principio de acuerdo para lograr una salida negociada. Fruto de dicho principio de acuerdo, Adepa remitió a la Consejería de Cultura un borrador inicial para el convenio a firmar entre ambas partes, para modificar el proyecto técnico de rehabilitación y adaptación del monumento.
EL BORRADOR INICIAL DEL ACUERDO
El mencionado borrador, objeto después de diferentes retoques al proseguir la negociación entre ambas partes, contemplaría entre otros aspectos la renuncia a las medidas inicialmente previstas para reforzar la cimentación, especialmente a los micropilonos de hormigón, los encepados de hormigón o los taladros en los pilares.
Además, el borrador inicial del futuro convenio recogería excavaciones arqueológicas en las naves seis y siete del monumento hasta el nivel original del mismo, así como la excavación y recuperación de los vestigios de la antigua muralla almohade, la supresión de la escalera metálica prevista al final de la nave cuatro, la renuncia a habilitar accesos al monumento desde la calle Dos de Mayo, la conservación de la sala de armas y de mandos del edificio del siglo XVIII o la renuncia a usos hosteleros en el cuerpo superior.