Jugadores, cuerpo técnico y todo el club se habian conjurado, para romper la mala racha que llevaban, con las cinco derrotas consecutivas, de las últimas jornadas. Y desde el primer minuto se vio un equipo (nunca mejor dicho), más centrado, con mayor actitud defensiva y especialmente, con más cabeza, en las tomas de decisione. De este modo, al cuarto de hora, ya mandaban en el luminoso, tras lograr un golpe de castigo y un ensayo sin transformar, a cargo de Lupi Rinero y Santi Tamargo respectivamente (8 – 0). Sin embargo, la igualdad era manifiesta entre ambos equipos. Los madrileños aprovecharon la interceptación de un pase, para acercarse en el marcador, con un ensayo sin transformar (8 -5). Sin apenas tiempo para regocijos, los locales pusieron cerco a la zaga contraria y al contrario, que en otros partidos, si vieron recompensado su esfuerzo, con el ensayo de Oscar Cruz, en jugada personal y la posterior transformación de Rinero (15 – 5). Pero, los visitantes no tiraban la toalla y lograban antes del fin del primer periodo, un ensayo por delantera y su posterior conversión, para dejar un resultado parcial e inquietante, de 15 a 12.
La segunda parte comenzó con la constante caida de lluvia, que dificultaba el juego y provocaba un derroche físico a todos los jugadores. Con todo, los locales se supieron adaptar mejor, los cambios de jugadores surtieron efecto (tras desfondarse los sustituidos) y se vio reflejado pronto en el marcador. Primero fue Kike Gonzalez, quien gracias a su velocidad, llegó antes que nadie a una patada a seguir. Luego, Lupi Rinero se reencontaba de nuevo con el ensayo y ambos transformados por el propio Rinero (29 – 12). El partido estaba encarrilado y se había conseguido el punto bonus. Pero, después de los sucedido en partidos anteriores, ni jugadores, ni afición se confiaban. La actitud defensiva de esta segunda parte, fue determinante para que los visitantes no pudieran conseguir un solo punto. Además, el juego colectivo en equipo, se vio recompensado con dos nuevas marcas. Otra más para Tamargo y Rinero, que repetían. Además de una transformación de Rinero, que conseguia un sobresaliente porcentaje, de cara a palos y llegar a la conclusión del encuentro, con un claro 41 a 12 para los costasoleños.
El broche al partido estuvo protagonizado por Oscar Cruz, que con todo merecimiento, fue reconocido con el premio de Cafés Baqué, al mejor jugador local del partido. El canterano de origen gibraltareño, será una importante baja de cara al tramo final de liga, ya que en las proximas semanas, debe viajar a Australia, antes de proseguir sus estudios en el Reino Unido. Aunque, esperamos que en un futuro cercano, vuelva otra vez a su casa, tal y como el mismo ha expresado.
