Sin pedigrí, que ha pasado por numerosos problemas de producción con la discográfica –“una historia muy larga” que tampoco detalla en profundidad–, fue grabado entre 2005 y 2006 y finalmente ha visto la luz de la mano del sello Carabirubí Producciones, fundado por José Luis Cantero El Fary, su padre.
“Ha sido un disco muy de alma, de muchas horas en el estudio”, comentó.