Los escombros por el derrumbe de la vivienda situada en el número 1 de la calle Vicario la semana pasada comenzaron a ser retirados este miércoles por el Ayuntamiento, concretamente porque desde Urbanismo se ha realizado un requerimiento de urgencia a la concejalía de Mantenimiento Urbano, ante la imposibilidad de contactar con el propietario de la vivienda.
Y es que según datos facilitados por el Ayuntamiento, el responsable de la recogida de los escombros es el propietario de la casa. Existe un plazo para que el dueño intervenga, pero al haber ocurrido en una vivienda deshabitada y ante la peligrosidad a la que se exponían los vecinos, finalmente se actuará por la vía de urgencia. Una vez recogidos los restos, el Ayuntamiento emitirá una factura a la que deberá hacer frente el propietario de la casa.
Los vecinos han sido testigos durante los últimos siete días de cómo nadie actuaba en la zona. Desde la Federación de Asociaciones Vecinales Objetivos Comunes alertan de que ante el pronóstico de días de lluvia, la situación será “aún más peligrosa”. De ahí que su presidenta, Josefa Alcántara, registrara por la mañana un escrito en el Ayuntamiento solicitando una actuación urgente.
El estado de la vivienda de la calle ‘Vicario’ era de “total abandono”, según han denunciado los vecinos, y el “peligro de derrumbe continúa en una zona donde siguen viviendo personas”, recuerda Francisco Jesús Castro, portavoz de la Asociación de Vecinos ‘Torre del Concejo’. De hecho, cuando las fuertes rachas de viento provocaron el desprendimiento, un vecino de la calle tuvo que ser desalojado ante el posible derrumbe del tejado de la casa deshabitada. La zona ha estado acotada con precintos y vallas, que más tarde aparecieron retiradas.
Durante la jornada matinal se propuso a los vecinos levantar un muro en la calle, para evitar el paso por la zona, pero ante la negativa manifestada por los residentes, el Ayuntamiento tuvo que actuar de urgencia. De haberse cerrado la calle, los vecinos hubieran tenido que acceder a la parte alta de la calle por ‘Soria de San Juan’, girar a la izquierda por ‘Inspector Molino’, bajar la calle ‘Clavel’ y llegar a la calle ‘Alegría’. “Hay muchas personas mayores y son calles estrechas y con escaleras. No podíamos permitir que se levantara un muro de obra”, reconoce Castro.
El temporal activó la alarma en el casco antiguo de la ciudad, donde en repetidas ocasiones colectivos vecinales han denunciado el estado ruinoso y de abandono de numerosas viviendas. De hecho, en la misma calle ‘Vicario’ hay otras seis casas en riesgo de derrumbe, según ha denunciado la Asociación de Vecinos ‘Arco del Consuelo-Casco Antiguo’. La situación no es de ahora, sino desde hace décadas, y está provocando que el casco histórico se caiga a pedazos. Los restos del derrumbe de la vivienda de la calle ‘Antonio Delgado Anguita’, en el barrio de Belén y San Roque, aún se evidencian. La zona está acotada.
El 2018 ha arrancado con derrumbes. El pasado 8 de enero se desprendió el tejado de una vivienda abandonada, en el número 13 de la calle Clavel del barrio de San Juan, en las faldas del Castillo. Los escombros cayeron en la terraza de una casa habitada y no hubo que lamentar daños personales, pero los vecinos ya reconocían que la situación es “insostenible” porque viven en una zona “totalmente abandonada”.
Con esta realidad en el casco antiguo de la ciudad, los vecinos han vuelto a denunciar la falta de atención del Ayuntamiento a los solares y casas abandonadas y en estado de ruina que forman el paisaje de la que es la zona histórica de Jaén. Y no sólo por cuestión de imagen, sino por la peligrosidad e insalubridad, principales consecuencias que les imposibilitan vivir dignamente.
