Antonio Saldaña ha sido una de las figuras emergentes del PP de Jerez en el transcurso de los últimos diez años y pieza indispensable tanto en la victoria del partido en las municipales de 2011 como en el Gobierno local, desde donde también dio el salto a la secretaría general provincial de los populares. Todos hemos asistido al crecimiento y relevancia de su figura política en la ciudad -opiniones al margen-y, si bien es cierto que dábamos por hecho que era el sucesor natural de María José García-Pelayo para asumir en un futuro cercano la candidatura a la Alcaldía, lo es igualmente que, por su trayectoria y aspiraciones, lo veíamos más cerca de un despacho en algún ministerio que en la calle Consistorio antes de que pudiera producirse tal relevo.
Cuentan que en el receso de un pleno, en el patio del Ayuntamiento, durante su etapa al frente del gobierno local, se le acercó un concejal de la oposición y le comentó: “A ti Jerez se te queda pequeño”. Una apreciación que, por un lado, reconocía el papel de García-Pelayo como referente indiscutible del PP en Jerez, y, por otro, esa proyección personal que el propio Saldaña ha sabido desprender con sus intervenciones públicas y el creciente protagonismo que el mismo partido le iba concediendo con el paso del tiempo. Pero él, en cuestiones de apreciación, reserva una atención especial a lo que pueda seguir aprendiendo de Aurelio Romero, que en otra ocasión ya le advirtió de un hecho que, ahora, considera fundamental: “Es más importante ser alcalde de Jerez que ministro”.
Una frase que en este momento sustenta buena parte de las ilusiones que tiene depositadas en una candidatura desde la que debe hacer frente a determinadas incertidumbres, que tienen que ver tanto con el hecho de haber sucedido a María José García-Pelayo en este momento, a poco más de un año para las municipales, como con el balance de fuerzas que puedan deparar los propios comicios, consciente de que, lejos la opción de una mayoría absoluta, sus concejales deberían lograrlo al menos uniendo a ellos la suma de los de Ciudadanos, para lo que también sabe que debe cumplir con la máxima que exige la formación naranja: haber sido el partido más votado.
Y no parece fácil, ya que una cosa son las impresiones que el propio partido pueda tener de la gestión actual del Gobierno local, y otra muy distinta la que tengan los propios votantes; sin olvidar otros condicionantes, como el estado de la marca PP una vez llegada la campaña electoral.
Ahora mismo reconoce que se está produciendo un “cambio de ciclo” a nivel nacional, como consecuencia del papel del Gobierno central ante la crisis catalana o de la “identificación de Ciudadanos como el voto útil” entre los electores catalanes, pero ya ha reiterado en varias entrevistas que esa situación no es equiparable a Jerez. “Las encuestas que manejamos apuntan a lo mismo. En Jerez, Ciudadanos se ha estancado y quien sube es el PP”. Un hecho que él mismo vincula a la identificación del partido en Jerez con el “voto útil” que ha encumbrado a la formación naranja en Cataluña.
Saldaña suele utilizar un símil vinícola para establecer el marco político en el que se mueve el PP y los denonimados partidos “emergentes”. “Nosotros somos como los vinos de Jerez, mientras que los otros son como los tintos. Ellos dependen de si les sale un año bueno o no; nosotros somos fiables, porque nos basamos en la calidad renovada año tras año”, explicaba hace unos días en un encuentro con periodistas de la ciudad.
Su elección como candidato pasa, de hecho, por la renovación interna abierta -casi provocada- por García-Pelayo hace un par de semanas y se pondrá aún más de manifiesto el próximo mes de abril, fecha elegida para la celebración del Congreso local del partido, que será donde se decida qué personas serán las que participen en dicha renovación. Saldaña quiere contar con “nuevas personas” que pasarán a integrarse en la estructura del PP de Jerez y con las que también pretende contar para la candidatura.
El siguiente paso a la celebración del Congreso será la creación de los grupos de trabajo para empezar a trabajar en las líneas estratégicas del programa, que se basarán en tres ejes fundamentales: el empleo, los servicios de calidad y la proyección internacional de Jerez. En este sentido, él mismo reconoce que son prácticamente los tres mismos pilares con los que el PP ya se presentó a las municipales de 2011, salvo por el hecho de que en aquel momento se incorporó como prioridad la situación del Ayuntamiento. “Una vez que el Consistorio ha dejado de ser un problema, hay que seguir avanzando en nuevos objetivos, y entre ellos vamos a apostar por dar mayor impulso a la marca Jerez fuera de España”.
Además de esos tres ejes, el programa también contempla otras claves, como la reivindicación para Jerez del trato de capital, en alusión directa a la Junta y la presentación de diez proyectos estratégicos que contribuyan al impulso socioeconómico de la ciudad.
Diez proyectos que, advierte, no serán “una lista de deseos”, porque “a la gente hay que decirle la verdad”, y para ello se compromete a presentar un programa “creíble y ejecutable”.
Por ahora, dentro de la apretada agenda que se ha marcado, asegura haber apreciado una recepción positiva a su candidatura. No ha tenido en cuenta, por supuesto, los comunicados que le han dedicado desde Podemos y PSOE, en los que además de recordarle su papel clave en la aprobación del ERE municipal, le sitúan a la derecha de la derecha.
En cierto modo, es consciente de que le costará desprenderse del papel -y más aún de la imagen- que ha desempeñado hasta ahora como número 2 de Pelayo, aunque todo será cuestión de que identifique pronto a su propio número 2 y haga valer su nuevo discurso.
