El movimiento vecinal, representando en la capital en tres federaciones de asociaciones vecinales, se muestra dividido sobre los efectos del proceso de peatonalización puesto en marcha por el Ayuntamiento de la ciudad hace ahora seis meses. Sin estar en contra de la peatonalización, las federaciones vecinales hablan de los efectos, y entre ellos, además de los positivos, sobre los que coinciden en que se verán “en un futuro”, están los negativos, los inmediatos por haber iniciado el proceso “sin haber actuado en conciencia” para evitar los problemas que denuncian.
La presidenta de la Federación ‘Objetivos Comunes’ (OCO), Josefa Alcántara, señala que “la falta de plazas de aparcamientos en los parkings públicos, el no haber habilitado los cuatro aparcamientos disuasorios que facilitarían dejar el coche, y el mal funcionamiento del transporte público han dejado a la zona centro sin gente”. “Calles como Bernabé Soriano están vacías, cuando debería estar llena. No hay comerciante con quien hables que esté contento por cómo está afectando”, señala Alcántara.
La presidenta de OCO asegura que “la puesta en funcionamiento del tranvía facilitará que haya más afluencia de personas”, que en estos meses se ha visto mermada. “La gente no va al centro a comprar porque no sabe dónde dejar el coche. Los aparcamientos siempre están llenos”, recalca. Llegar en autobús está suponiendo un “calvario”, por el retraso en los trayectos. “Se están produciendo retrasos de casi una hora. Los trayectos se han ampliado y está afectando en los tiempos”, apunta.
Desde OCO señalan que los vecinos residentes en barrios como La Glorieta, El Almendral, El Tomillo o La Magdalena se alejan. “No pueden ir a comprar al mercado de abastos de San Francisco, entre otros impedimentos”, señala. Alcántara reconoce que la peatonalización es necesaria para conseguir objetivos como que la Catedral sea Patrimonio de la Humanidad, pero durante el proceso faltan “actuaciones necesarias”.
Por su parte, el presidente de la Federación ‘Ciudadanos por Jaén’, Antonio Guerrero, hace una valoración “óptima e inmejorable” de la peatonalización. “No deja de ser un instrumento para evitar el conflicto entre el conductor y el peatón. El centro de la ciudad no está diseñado para circular”, dice. Y tampoco para “autobuses mastodónticos”, por ejemplo. “La peatonalización tiene que ir unida a un servicio de transporte público escrupuloso y, en este sentido, la concesionaria tiene que ponerse las pilas”, apunta.
Guerrero valora que “las ciudades se viven andando” y aunque “no se puede demonizar al conductor”, la peatonalización se irá mejorando con el paso del tiempo. “Estamos en una fase preliminar. Todo es mejorable y se irán corrigiendo las actuaciones según mande la lógica. El centro de Jaén no puede ser atajo para conductores”, reconoce. En esta línea, asegura que “la ciudad merece la peatonalización” y que no imagina barrios como San Ildefonso y calles como Navas de Tolosa “sin peatonalizar”, reconociendo que hace falta más tiempo, pero también adecuar los servicios complementarios para facilitar el acceso a la zona centro.
En la misma línea se manifiesta el presidente de la Federación ‘Más Voluntades por Jaén’, Antonio Lozano. “Hay muchos cabos sueltos por atar, como la ausencia de los aparcamientos disuasorios y zonas conflictivas por la reordenación del tráfico”, dice, señalando cómo ha beneficiado a la reordenación del tráfico el paso por Correa Weglison y el doble sentido de Doctor Eduardo Arroyo. Lozano asegura que el peatón ha apreciado que son “más dueños de las calles”.
De esta manera dice: “Se sienten más seguros y se nota en la afluencia en las calles, que no se ha visto mermada. Hay menos ruido y se agradece”.
