La Marquesa del Mérito, Victoria Elena López de Carrizosa y Patiño, ha constituido una fundación cuyo objetivo principal es la conservación y restauración del Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso, que se ubica en la Sierra de Córdoba, en el entorno de la antigua Ciudad Califal de Medina Azahara.
Así se recoge en la resolución de la Dirección General de los Registros y del Notariado, dependiente del Ministerio de Justicia, publicada recientemente en Boletín Oficial del Estado (BOE), consultado por Euroipa Press, y mediante la que se inscribe en el Registro de Fundaciones la denominada Fundación León del Mérito.
Dicha fundación, según precisa la resolución de Justicia que avala ahora su legalidad, fue constituida a finales de 2018 mediante escritura en Madrid por la Marquesa del Mérito, propietaria del antiguo monasterio, que en los últimos años se abre en ocasiones puntuales para visitas turísticas guiadas al mismo.
La nueva fundación, que tiene su domicilio en Madrid, extiende su ámbito de actuación a "todo el territorio del Reino de España", contando para ello con una "dotación inicial" de 60.000 euros, que "ha sido totalmente desembolsada e ingresada, según se acredita con la correspondiente certificación bancaria".
Los fines de la Fundación León del Mérito son "la conservación y restauración del patrimonio histórico español de las artes en relación con la Orden de San Jerónimo (Ordo Sancti Hieronymi, O.S.H.) en todo el territorio nacional, principalmente del Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso", situado en la Sierra de Córdoba y "declarado monumento histórico-artístico de carácter nacional".
El patronato que ya dirige la nueva fundación está integrado por Victoria Elena López de Carrizosa y Patiño, Karolien Saskia Haese y Miguel Temboury Redondo, ejerciendo la primera como presidenta del patronato.
El Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso se funda a principios del siglo XV y su sede se constituye como uno de los principales ejemplos del gótico en Córdoba. Durante más de cuatro siglos el monasterio fue el epicentro productivo de esta zona de las estribaciones de la Sierra de Córdoba, acumulando numerosas propiedades en su entorno.
La actividad del Monasterio llega a su fin en 1836, con su desamortización, a partir de entonces el edificio es abandonado hasta que en 1912 es adquirido por José María López de Carrizosa y Garvey, Marqués del Mérito, a partir de este momento, sus nuevos propietarios comienzan la restauración y recuperación del edificio.
En los últimos años, gracias a la colaboración entre la Junta de Andalucía, la Asociación de Amigos de Medina Azahara y la propiedad del monasterio, se han venido realizando visitas monográficas guiadas al mismo, para periodos y para un número de visitantes limitados.
El itinerario del monasterio es conducido en estos casos por historiadores del arte, arqueólogos y arquitectos, que muestran a los visitantes el compás, la iglesia, el claustro, el patio de novicios, la sala capitular, el balcón de la fachada y las capillas claustrales.