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Huelva

Siete meses de trabajo para darle agua a los romeros

Se prevé que aumente el consumo de agua potable en la aldea más de un 10% respecto a 2018, con una media de 50 millones de metros cúbicos en cuatro o cinco días

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  • El Rocío. -

La gestión del agua para la celebración de romería del Rocío requiere de siete meses de trabajo, desde enero hasta julio, para que todo este listo para garantizar el abastecimiento y para que todo vuelva a la naturaleza en óptimas condiciones tras la depuración.

Para ello, Aqualia, empresa gestora del Servicio Municipal de Agua en El Rocío, en Almonte (Huelva), cuenta con distintas instalaciones en la aldea que se adaptan para estos días en los que trabajarán al 100 por ciento ya que de una población de unas 2.500 o 3.000 personas se pasará a una de unas 150.000 con picos de 600.000.

Para este año, según ha dicho a Efe Juan Carlos Benítez, jefe de Servicio de Aqualia en Matalascañas, se prevé que aumente el consumo de agua potable en la aldea más de un 10% respecto a 2018 -siendo la media de 50 millones de metros cúbicos en cuatro o cinco días-.

Este aumento está motivado fundamentalmente por las temperaturas que se prevén y a la estimación de una mayor afluencia al coincidir con la celebración del Centenario de la Coronación de la Virgen del Rocío y el Año Jubilar Mariano.

En cuanto al agua residual se estima que se tendrá que depurar en la planta existente en la aldea, que para estos días, pone en marcha una balsa auxiliar de almacenamiento de 40.000 metro cúbicos, y duplica su capacidad de depuración diaria de dos millones a cuatro millones de litros, un 10 % más que la pasado romería.

Para garantizar ese abastecimiento y posterior depuración no puedes dejar nada a la improvisación, al contrario, según cuenta Benítez, son casi siete meses de trabajo los que han de desarrollarse.

Comienzan, explica, en enero cuando empieza a limpiarse el alcantarillado y a retirar el volumen de arena que en él se ha ido acumulando; a partir de ahí no cesan unos trabajos que suponen la puesta a punto de las instalaciones para ampliar el servicio y dar respuesta especifica a las necesidades de la romería.

De esta forma, en lo que respecta al abastecimiento de agua potable, se aumenta el número de sondeos que aportan agua a la red, pasando de uno a cinco; se ponen en marcha mayor número de bombas en los depósitos; se instalan ocho fuentes públicas para beber a lo largo de la aldea, entra en funcionamiento un camión cisterna que reparte agua potable a los puntos de asentamiento externos a la aldea y este año, como novedad, se han instalado tres tomas elevadas de agua para que los romeros puedan atender el ganado.

En este punto, destaca Benítez, la labor que se desarrolla para asegurar la salubridad del agua potable: "Realizamos un exhaustivo control analítico de tomas de muestra diarias que son contrastados por Sanidad, que certifica la potabilidad del agua y la declara apta para su consumo".

En cuanto a la depuración, además de la limpieza del alcantarillado, se ponen a punto los bombeos que impulsan las aguas sucias hasta la estación depuradora de aguas residuales.

Es en este punto, donde culmina el trabajo iniciado en enero, y no lo hará hasta aproximadamente julio, remarca el responsable de Aqualia; y es que aproximadamente se emplearán dos meses en depurar el agua generada de más por el aumento de la población en la aldea y poder devolverla en condiciones óptimas al arroyo Caño Marín, que surte de agua a la marisma de El Rocío .

"Aquí no se vierte ni una gota de agua sin depurar, somos conscientes de la sensibilidad del entorno que nos rodea, Doñana", indica Benítez.

Se trata por tanto de siete meses de trabajo para garantizar un recurso básico para personas y animales en una cita romera como ésta y para asegurar su vuelta a la naturaleza en las condiciones adecuadas para poder seguir generando vida. 

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