El actor Juan Luis Galiardo, que recibió ayer el Premio Ciudad de Huelva del Festival de Cine Iberoamericano, se ha congratulado de pertenecer a una “generación de supervivientes”, actores nacidos en la posguerra que han marcado un hito en la interpretación en España.
“Buscamos señas de identidad en el mundo del cine, teatro y televisión”, dijo Galiardo de esta generación, en la que ha incluido a José Sacristán, Sancho Gracia, Juan Diego –“mi máximo competidor y estímulo de mi vida”–, y Gutiérrez Caba, entre otros.
En una mesa redonda dedicada a analizar su figura, en la que participó el director José Luis García Sánchez, Galiardo comentó de éste que fue su primer referente, a quien le preguntó si “servía para esto”, tras lo que confesó: “Me dedico a esto por conocer gente, por ser querido y amado, y esta es mi vida, un acto de amor por los demás y por mí mismo”.
Agradeció la presencia en el acto de la directora teatral Chusa Martín, de la que dijo que le abrió “las puertas del teatro, porque el cine es muy cabrón, porque cuando estás a gusto te cortan para hacer otra toma, y eso no pasa en el teatro”.
Para Martín, que comenzó a trabajar con él hace 16 años en Antígona, conocer a Galiardo ha sido “una de las mejores cosas” que le han pasado en la vida.
Juan Luis Galiardo comentó que en el rodaje de Familia, el director Fernando León le aisló del resto del reparto, y cuando le comentaron que el personaje era muy importante dijo: “Lo importante de mi vida es la suma de acontecimientos, pero no me toques los cojones porque nuestro oficio es entrañable (...) porque lo único angustioso en mi vida fue el estreñimiento, la eyaculación precoz y el comienzo de la calvicie”.
“No soy actor de método, soy de la taberna de la vida, del vino tinto y olé”, explicó durante su intervención, en la que agradeció la acogida que ha tenido en Huelva desde el jueves, cuando llegó a la capital onubense.
Ironizó, además, sobre la narración de un día cualquiera de su vida: “Me levanto y siento que todo el cuerpo es un sonajero, con la espalda y las cervicales sonando, pero me tomo tres cucharadas soperas de aceite de oliva con un limón”.
“Antes empezaba el día llamando a Rafael Azcona para preguntarle si me quería, pero ahora no puedo hacerlo con José Luis García Sánchez”, continuó.
Nacido el 2 de marzo de 1940 en San Roque, la mayor parte de su infancia y juventud la pasó en Badajoz, adonde su padre, por motivos laborales, había sido trasladado.
El Ciudad de Huelva le fue entregado anoche en el marco de una gala que tuvo lugar en el Gran Teatro de Huelva.