El régimen de Corea del Norte puso hoy en duda la celebración de una nueva cumbre con Estados Unidos debido a la falta de avances para cumplir los acuerdos anteriormente alcanzados entre sus respectivos líderes, según los medios oficiales.
A través de un comunicado firmado por el asesor del Ministerio norcoreano de Exteriores, Kim Kye Gwan, y recogido por la agencia estatal KCNA, Pionyang acusa a Washington de "no haber hecho nada para implementar la declaración conjunta" firmada por Kim Jong-un y Donald Trump en la primera cumbre que celebraron en Singapur el año pasado.
"Por el contrario, EEUU ha reiniciado sus maniobras militares conjuntas que el presidente personalmente se comprometió a suspender", según el comunicado, que también acusa a Washington de "intensificar las sanciones y la presión" sobre Pionyang y de "deteriorar las relaciones bilaterales".
En este contexto, el asesor norcoreano de Exteriores señala sus "dudas" sobre la posibilidad de que se logren "nuevos avances en las relaciones" entre EEUU y Corea del Norte y sobre la celebración de una nueva cumbre entre Trump y Kim.
Las negociaciones para el desarme nuclear del régimen permanecen estancadas desde el fiasco que supuso la segunda reunión entre los dos líderes del pasado febrero, y aunque ambos se comprometieron a retomar las conversaciones en un nuevo encuentro improvisado en la frontera intercoreana el pasado junio, esto aún no se ha producido.
El asesor norcoreano, no obstante, destaca en su declaración que Trump es "diferente a sus predecesores en cuanto a sentido y decisiones políticas", y muestra su esperanza en que Trump tome "una decisión audaz".
A comienzos de semana, el presidente estadounidense apuntó a la posibilidad de reunirse antes de fin de año con Kim, aunque también dijo no tener prisa y destacó su buena relación con él, en el marco de la Asamblea General de la ONU celebrada en Nueva York.