Seis millones de euros se recaudarían en Sevilla con la tasa turística, si el Estado así lo autoriza finalmente, y la idea del alcalde, Juan Espadas, es crear un órgano de “cogestión” en el que participen los empresarios del sector para decidir, anualmente, el destino de ese dinero.
Ésta es una de las ideas lanzadas por el alcalde de Sevilla dentro del X Foro de Liderazgo Turístico de Exceltur, y que ha compartido con los regidores de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y Palma de Mallorca, José Hila, con los que ha coincidido en la necesidad de una regulación del alquiler de uso turístico para evitar problemas de convivencia con los residentes.
Espadas quiere implicar aún más a la iniciativa privada en la “organización, orientación y planificación del turismo”, y una de sus propuestas es crear un “órgano técnico de cogestión” que, con presencia de empresarios y administración municipal, decida anualmente el destino de esa figura tributaria sufragada a partir de las pernoctaciones turísticas, en caso de ser autorizada por la Administración estatal.
Para Espadas, la implantación de la tasa turística, a un euro por cada pernoctación, permitiría “obtener unos 6 millones de euros” y con este órgano se ofrecería al empresariado garantía de que se invierte en el propio sector, básicamente a la promoción de la propia ciudad y a rehabilitación de su patrimonio.
También ha incidido en la sostenibilidad con la ordenación de los flujos turísticos, desconcentrando la carga turística sobre el Casco Histórico y Triana diversificándola, no sólo hacia otros barrios sino también al resto de la provincia. De hecho, al conectar “la estrategia urbana con la de los pueblos próximos, de forma que los turistas prolongaran su estancia, generaríamos más riqueza económica asociada al turismo en los pueblos, contribuyendo desde la ciudad a reducir el despoblación rural”, ha apuntado.
También se abordaría con el empresariado la lucha contra la ilegalidad en los alojamientos turísticos, “para evitar la contestación social hacia el turismo”. Según ha apuntado, el alquiler turístico “no ha expulsado de manera importante a residentes ni vecinos del casco antiguo y no se ha generado tensión”, pero “debería ser objetivo de un control o regulación para evitar efectos negativos de exceso de carga en puntos muy concretos de la ciudad”.
Regular el alquiler de uso turístico
Los alcaldes de Sevilla, Juan Espadas, Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y de Palma, José Hila, han coincidido este martes en la necesidad de una regulación del alquiler de uso turístico para evitar problemas de convivencia con los residentes.
En el X Foro Exceltur que se celebra en Madrid, previo a la inauguración de Fitur, el alcalde de Palma ha explicado que la capital balear reguló el alquiler la pasada legislatura prohibiéndolo en viviendas plurifamiliares: "Ya no apostamos por crecer en cantidad sino en calidad y por un turismo cívico, respetuoso con el destino", ha asegurado.
En Madrid no hay "graves problemas de convivencia" por lo que el alquiler turístico no es problemático ni una cuestión candente, según el alcalde, "pero sí hay que abordar las viviendas de usos turísticos", ha precisado.
"Exige una reflexión en torno a si es el modelo que queremos y los problemas de convivencia", ha pedido Martínez-Almeida, quien ha abogado por "una regulación adecuada, equilibrada y objetiva de las viviendas de uso turístico" para "poner cierto coto a la situación que se está produciendo de descontrol".
Ha añadido que el ayuntamiento ha clausurado en los últimos meses más de 300 viviendas de uso turístico que estaban funcionando de manera ilegal y ha reivindicado que esta cuestión la aborden de forma conjunta todas las administraciones: "Los ayuntamientos no somos los únicos que debemos afrontar este carga de regulación", ha afirmado.
En Sevilla, de un 14% de pisos vacíos hace 4 o 5 años, la ciudad ha pasado a alrededor de un 7%, y en el centro de la ciudad ha habido inversión en varios inmuebles para generar alojamiento turístico, ha explicado su alcalde.
Juan Espadas ha explicado que el alquiler turístico "no ha expulsado de manera importante a residentes ni vecinos del casco antiguo y no se ha generado tensión", pero "debería ser objetivo de un control o regulación para evitar efectos negativos de exceso de carga en puntos muy concretos de la ciudad".
Desde puntos de vista distintos, los tres alcaldes han abogado por un turismo sostenible como reto de futuro.
El alcalde de Palma, ciudad de 420.000 habitantes con 9 millones de turistas, ha defendido las limitaciones impuestas por el ayuntamiento en el alquiler vacacional y la apertura de hoteles y que continuará en los cruceros.
El de Madrid, ha dicho que con entre 10 y 11 millones de turistas en una ciudad de 3,2 millones de habitantes, quiere "un modelo que sea de calidad y sostenible" y que active la economía "pero que la ciudad lo pueda soportar".
En Sevilla, que presenta un crecimiento entorno al 5 o 6 % y que ha duplicado los pasajeros del aeropuerto en 5 años, el alcalde cree que el crecimiento debe producirse minimizando los efectos negativos.
"No podemos ver el turismo como un peligro o un problema, no debemos dar ese enfoque, sino el de ser capaces, con el sector, de ordenar determinados procesos", ha dicho Espadas, partidario de "ordenar los flujos para evitar concentraciones en las que el visitante tenga una experiencia menos satisfactoria".
Espadas ha defendido la necesidad de acordar cómo generar ingresos adicionales. El alcalde de Sevilla ha abogado por "una figura tributaria" y ha detallado que con 6 millones de pernoctaciones al año "se podrían lograr 6 millones de euros para reinvertir en promoción turística o rehabilitación del patrimonio". "Tenemos que ser capaces de diseñar esas estrategias juntos y la ciudad se beneficiará", ha afirmado.
