El nuevo sistema de venta de entradas que se instaurará en la Alhambra de Granada a partir de marzo pretende acabar con el "mercado" que se había creado por parte de los agentes autorizados, que las "acaparaban" para después "negociar" con ellas y "revenderlas" por hasta 700 euros, cuando su precio es de 14.
La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha informado en el Parlamento sobre este cambio, aprobado por unanimidad por el Patronato de la Alhambra y que era una exigencia" de la Agencia de la Competencia, que pedía acabar con los problemas.
Desaparecerá la reserva previa de los agentes autorizados y se establece la compra directa: "Se había creado un mercado al amparo de las entradas de la Alhambra por el que el sistema debía desaparecer como tal", ha indicado Del Pozo.
Hasta ahora había tres canales para la venta, uno institucional gestionado por el Patronato, que se quedaban el 22 % del aforo; otro individual, que suponía el 29 % de las entradas para venta en web o taquilla; y uno exclusivo para 394 agentes autorizados, que tenían el 49 % de las entradas y que las reservaban para después venderlas.
La Alhambra tiene un aforo limitado de 2.763.500 entradas al año, que cuestan poco más de 14 euros, y estos agentes autorizados se quedaban con 1,3 millones de entradas y, en algunos casos, llegaban a pedir por ellas hasta 700 euros, según Del Pozo.
Esas "conductas delictivas" llevaron a la Junta a denunciar en varias ocasiones estas prácticas, ha recordado la consejera.
Se cometían otras "irregularidades" como era vender entradas para los dos días que cierra la Alhambra (25 de diciembre y 1 de enero) o de niños, que son gratuitas.
La nueva normativa elimina el tercer canal de venta por parte de los agentes autorizados, por lo que ahora habrá un 82 por ciento de las entradas en venta general (70 por ciento de venta directa y 12 por ciento vinculado a la pernoctación en Granada) y un 18 por ciento para el canal institucional.
También se cambia la distribución temporal, ya que ahora salen a tres meses vista pero a partir de marzo habrá un 26 por ciento a un año, un 22 por ciento a tres meses y un 12 por ciento a un mes.
El nuevo modelo, "transparente y eficaz", busca acabar con la imagen de entradas agotadas siempre, facilitar la planificación de la visita con más tiempo y combatir las denuncias por supuesta reventa y acaparamiento que perjudica al destino Granada.
"No ha sido fácil, pero el anterior sistema no podía continuar ni un día más en la joya patrimonial de Granada y Andalucía", ha remarcado.
El socialista Javier Fernández ha rechazado el nuevo sistema, del que ha dicho que "no resuelve el problema y eliminará" la reserva previa de todos los agentes, al tiempo que ha censurado a la consejera que "criminalice" el modelo anterior.
Además, ha denunciado la "ausencia" de consenso con los agentes sociales del turismo en uno de los monumentos más importantes de España con la "única preocupación de recaudar".
La diputada popular Pilar Pintor ha achacado a la "responsabilidad" el cambio en el sistema, que ha calificado de "necesario y adecuado", mientras Javier Pareja (Cs) ha criticado que el anterior Gobierno del PSOE implantara un sistema que "favorecía la reventa e irregularidades sin ponerle remedio".
Ana Naranjo (Adelante) ha apostado por una mayor equidad en las distribución de las entradas para garantizar el interés general en el uso del patrimonio, más allá de los touroperadores, y ha dudado de que el nuevo sistema impida las prácticas especulativas.
Benito Morillo (Vox) ha pedido una mesa de negociación y consenso con todas las partes para que el nuevo sistema no afecte a la economía granadina.