Rusia superó hoy los 200.000 casos de COVID-19 al duplicar el número de contagios en apenas diez días, a lo que hay que sumar al menos 1.915 muertos desde el inicio local de la pandemia, según datos divulgados por las autoridades sanitarias.
En las últimas 24 horas se detectaron otros 11.012 casos de coronavirus, un 42 % de ellos sin síntomas, con lo que la cifra de contagios alcanzó los 209.688, el cuatro país de la lista, a escasa distancia del Reino Unido (215.800).
Moscú sigue siendo el epicentro de la pandemia en Rusia y uno de los mayores focos mundiales del cirus. Con los 5.551 casos registrados desde ayer, ya son 109.740 los contagios.
Los otros dos lugares donde el COVID-19 se propaga más rápido es la región moscovita y la segunda ciudad del país, San Petersburgo, que hoy sumó otros 414 nuevos enfermos.
Según esas cifras, más del 80 por ciento de los nuevos casos corresponden a personas menores de 65 años.
Además, 152 miembros del personal médico habrían perdido la vida en la batalla contra la pandemia en este país, según una lista elaborada por un grupo de médicos independientes.
Rusia alcanzó los 100.000 casos el pasado 30 de abril y desde entonces ha sumado más de 10.000 casos diarios, por lo que se calcula que en las próximas semanas podría convertirse en el segundo país del mundo con más casos.
Mientras las principales capitales europeas iniciaron o están a punto de embarcarse en una desescalada gradual, las autoridades de Moscú aplazaron esa medida, aunque ya existe una hoja de ruta de desconfinamiento avalada por el Gobierno central.
De hecho, el alcalde, Serguéi Sobianin, prolongó esta semana el confinamiento para los moscovitas hasta el 31 de mayo, con lo que, si no hay cambios, los habitantes de la capital completarán dos meses encerrados en sus casas.
La única excepción son los obreros de la construcción y los trabajadores de la industria, que podrán volver a sus puestos el 12 de mayo, aunque siempre que usen mascarillas y guantes, y guarden la distancia física en sus lugares de trabajo.