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Campo de Gibraltar

Los mayores trasladados a El Burgo regresan a Alcalá del Valle

El alcalde, Juan Franco, presente para despedir a los abuelos, que han permanecido más de un mes en territorio linense

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Las personas mayores que fueron trasladados el 24 de marzo por la Junta de Andalucía a la residencia del tiempo libre de El Burgo Turístico, en La Línea de la Concepción, han vuelto este lunes a la residencia municipal de Alcalá del Valle (Cádiz), su centro de origen, "con todas las garantías sanitarias y de protección, después de la realización de los test a residentes y trabajadores, y con los equipos de protección individual (EPI) a disposición de la plantilla".

A partir de las 8.30 horas, comenzaron a llegar las ambulancias fletadas por la Delegación Territorial de Salud y Familias, y poco a poco se fue introduciendo en ellas a los mayores. El alcalde de La Línea, Juan Franco, y miembros de su equipo de Gobierno, acudieron a despedirles. Además, a la salida de los mayores, trabajadores de la residencia les ofrecieron un cálido aplauso y gritos de ánimo. Esta situación contrasta con los tensos momentos que se vivieron a su llegada, con un grupo minoritario de personas lanzando objetos contra los agentes policiales que les custodiaban,

El traslado ha sido gestionado por su Delegación territorial en la provincia y es fruto de una "intensa supervisión" de las inspecciones de los Servicios Sanitarios y Sociales de la Junta, tanto en La Línea como en Alcalá del Valle, y que se produce después de la realización previa de test para la detección del coronavirus, tanto a profesionales como residentes.

En cuanto a la población de Alcalá, como en el resto de localidades, estas pruebas se han realizado con criterios epidemiológicos y según los protocolos del Ministerio de Sanidad vigentes en cada momento.

En total vuelven de La Línea, a cargo de la Empresa Pública Pública de Emergencias Sanitarias (EPES 061), 28 residentes, una vez que su estado de salud es estable y no están afectados por el coronavirus (Covid-19).

La residencia de Alcalá del Valle, cuya titularidad vuelve a ser municipal después de que el alcalde, Rafael Aguilera (IU), renunciara a su competencia y asumiera la gestión la Junta de Andalucía, reúne los requisitos para reanudar su funcionamiento según la última visita de la Inspección Territorial de Servicios Sanitarios de Cádiz y ser así ocupada de nuevo por los usuarios que tuvieron que abandonarlo por motivos de salud y causa de las deficiencias detectadas, y "que el centro ha tenido que resolver de forma inmediata".

En cuanto a los equipos de protección individual (EPI), la Junta afirma que este lunes "estarán a disposición de la plantilla", como asegura que se le ha comunicado este fin de semana al alcalde, que "mostró su total conformidad".

Concretamente, este viernes 8 de mayo, la dirección provincial de la Inspección dependiente de la Delegación de Salud y Familias solicitó a la directora de la residencia municipal que aportara el número de personal del centro, auxiliar y de enfermería, que se hará cargo del cuidado de los residentes, para proceder al envío de los EPI necesarios; la directora ha informado de un total de siete profesionales, que recibirán, como ya ha gestionado la Delegación, un total de 49 EPI.

LABOR DE LOS PROFESIONALES DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA
La residencia de Alcalá del Valle, que recupera la titularidad municipal, vuelve así a la normalidad con el apoyo de los profesionales del centro de salud, quienes reforzarán el control y vigilancia sobre estos mayores.

La gestión de esta situación se ha abordado desde todos los niveles de la Administración autonómica. Desde el principio, a través de los profesionales del centro de salud de Alcalá del Valle, de profesionales de epidemiología, las direcciones generales de Atención Sociosanitaria, así como de Personas Mayores y Pensiones no Contributivas de la Junta, la Inspección de la Unidad de Centros de Servicios Sociales, la Inspección de Servicios Sanitarios y los propios delegados territoriales de Salud y Familias y de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Isabel Paredes y Miguel Andréu, respectivamente.

A todos ellos se sumaron, una vez que la Junta optó por su sistema de evacuación de los residentes a la residencia del tiempo libre de 'El Burgo Turístico' de La Línea, una treintena de profesionales de SAMU para la asistencia sociosanitaria de las personas mayores y la atención de los familiares.

Además, la Unidad de Residencias, Promoción y Vigilancia de la Salud del Campo de Gibraltar (dirigida por un médico de familia, y compuesta por diferentes profesionales, como enfermeras gestores de casos, epidemiólogos o farmacéuticos) ha puesto en marcha, con los procedimientos de la Consejería de Salud y Familias, todas las medidas necesarias para garantizar la atención sanitaria y vigilancia de la salud, con un seguimiento diario y constante, no solo en 'El Burgo Turístico', sino a todos los centros residenciales de esta comarca. También gestiona el trabajo de epidemiología, con seguimiento de pruebas a residentes con alguna sintomatologia (PCR) y las medidas de contacto y control dentro de cada residencia.

En el caso de La Línea, se ha gestionado a través del centro de salud Levante de la localidad, que ha ofrecido seguimiento clínico, tratamiento de todos los residentes, material clínico, aparatos para diagnóstico, etcétera.

En este sentido, la Junta agradece su labor, así como a todos los trabajadores implicados --personal sanitario de las áreas de gestión del Campo de Gibraltar y de Jerez, Costa Noroeste y Sierra, así como a profesionales de la Delegación Territorial de Salud y Familias y de la propia Consejería al más alto nivel-- que se han encargado del bienestar de estas personas mayores, "el principal objetivo de la Administración autonómica por encima de otros intereses sectarios".

Entre los pacientes que han superado el Covid-19 en este dispositivo, y que venían contagiados de su residencia de origen, está Ana del Valle, de 107 años, uno de los ancianos que ha conseguido vencer a la enfermedad con mayor edad.

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