El presidente del Consejo local de la Unión de Hermandades, Dionisio Díaz, ha expresado su inquietud ante el hecho de que en la fase 3 del proceso de desescalada se siga impidiendo la celebración de cualquier tipo de culto en el exterior de los templos.
A Dionisio Díaz le “llama la atención” que dentro de este proceso se estén “dando pasos hacia la normalidad” pero mientras se permite que la gente acuda a los “bares, teatros o cines, a muchos eventos y a lugares cerrados en los que se supone que el virus puede propagarse con mayor facilidad” no se haga lo propio con celebraciones religiosas.
“Me preocupa porque temo que puedan utilizar esta crisis para encerrarnos en las iglesias, que es lo que quiere uno de los socios del Gobierno”, subrayó el presidente del Consejo en el transcurso de una entrevista emitida en el programa Luz de Pasión, de 7 TV Jerez.
Díaz entiende que “quizá sea el momento” de empezar a “preguntar” los motivos por los que se sigue impidiendo el culto público.
El presidente del Consejo dejó claro que no se refería a “procesiones con costaleros o como estamos habituados a ver”, pero no consideró descabellado que se pudiera organizar una procesión del Corpus “en la que el señor obispo portara la Custodia bajo palio y el cortejo estuviera integrado por un número limitado de personas que guardaran la distancia y utilizaran mascarillas, tal y como vemos a la gente en las terrazas de los bares”.
El dinero de los palcos
El pleno de hermanos mayores se reúne este jueves por primera vez desde la declaración de la pandemia. Al tratarse de una asamblea integrada por más de medio centenar de personas lo hará en la Catedral precisamente para garantizar el mantenimiento de la distancia de seguridad entre los asistentes.
En esta sesión se abordará la devolución a los abonados del importe de los palcos. El Consejo va a trasladar varias propuestas a los hermanos mayores. Una de ellas incluye una fórmula para que de algún modo los abonados respondan al esfuerzo económico que han debido realizar las cofradías en los últimos meses.
“Espero que la mayoría se acoja a esta fórmula, que llevaría una contraprestación a lo largo del tiempo para que los abonados puedan recuperar el importe”, explicó. Se trata en definitiva de que todas las partes -hermandades y abonados- cedan algo para que nadie “salga muy perjudicado”.
Debe tenerse en cuenta que las cofradías utilizan ese dinero para hacer frente a diferentes compromisos económicos de los que dependen a su vez artesanos, músicos y demás profesionales, en la mayoría de los casos autónomos o pequeñas empresas.
“Las hermandades sostienen un gran tejido social y productivo en Andalucía y esa es una cadena que tenemos que volver a poner en marcha entre todos”, aseveró Dionisio Díaz.
El presidente del Consejo también insistió en su idea de no agotar su mandato -al que resta todavía un año-, si bien dejó claro que antes deberá resolver el asunto de los palcos.
“Me gustaría llegar a agosto con este asunto cerrado y a partir de ahí plantear la convocatoria de elecciones o continuar hasta después de Semana Santa”, concluyó.
