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Montero no tiene plan B

Sol Cruz-Guzmán, arquitecta y diputada nacional del PP por Sevilla, nos habla de Montero y el uso de los ahorros de los ayuntamientos

Publicado: 03/09/2020 ·
22:46
· Actualizado: 03/09/2020 · 22:46
Autor

Sol Cruz-Guzmán

Arquitecta de profesión por la ETSA Sevilla. Diputada por Sevilla en el Congreso de los Diputados

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Cámara Baja es un espacio en el que se trata la actividad política en el ámbito local, regional y nacional

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Nuestra generación creció con una fuerte educación en la cultura del ahorro. Los recuerdos transmitidos por nuestros abuelos los de una guerra, llena de miserias y penurias, como todas las guerras, donde la escasez de alimentos  a usar la imaginación, a tener cafés de primera y de segunda, a reinventar platos tradicionales y a compartir al mismo tiempo con el que aún tenía menos. No podré olvidar nunca, y reconozco que lo hago de vez en cuando, la minuciosa actividad de mi abuela al repartirnos las servilletas de papel para comer. Separaba en dos, el fino papel para duplicar su durabilidad: “Que despilfarro; dos capas de papel cuando una limpia lo mismo”.


La capacidad de ahorro, de control del gasto, está íntimamente relacionado con la formación y el nivel socio cultural de una sociedad. Tener capacidad de ahorro, permite a las familias, a los ayuntamientos, a las empresas y a los países, prosperar. Gestionar sus finanzas con sentido común para responder a los retos a los que tenemos que enfrentarnos.


Pues con ese ahorro también han crecido los ayuntamientos, sobre todo desde que Montoro tuviera que poner coto al desenfreno ¿Os acordáis cuando en algún pueblo de Sevilla se quería construir un nuevo aeropuerto? ¿ El despilfarro de piscinas climatizadas y polideportivos casi olímpicos en localidades donde no había jóvenes? ¿ Las obras faraónicas en edificios municipales sin control presupuestario? ¿ Las dietas inconfesables de asesores municipales?


Montero exponía esta semana que sin los ahorros municipales, unos 15.000 millones de nada, no le salen las cuentas. Cómo cambia con una sola vocal el rumbo de la historia De España. Mientras Montoro le pedía a los alcaldes un gran esfuerzo para conseguir los ahorros que podrían aliviar la situación de sus vecinos en el futuro, Montero pretende expropiar esos ahorros municipales a golpe de decretazo.


Sí, porque el acuerdo de la FEMP se acerca más a una acción dictatorial que a una decisión democrática. El choque frontal de los ayuntamientos contra el decretazo de Abel Caballero es un atropello que ni los propios alcaldes socialistas lo consienten. Un chantaje. Una discriminación a los ayuntamientos que lo están pasando peor.


Dice Susana Díaz que Pablo Casado está utilizando este acuerdo como arma política. Lo primero, querida Susana, es que para que haya un acuerdo tiene que existir dos partes que asientan y en este caso sólo el partido socialista ha votado a favor. Ni las socias comunistas de Podemos -si levantara la cabeza Elio Antonio de Nebrija con las patadas a su gramática- lo han apoyado. Lo segundo, que Pablo Casado, como el alcalde socialista de Valladolid, anteponen los intereses de sus vecinos a los de sus siglas.


Quién puede saber mejor cómo gastar su dinero que un alcalde, el que conoce por sus nombres a sus vecinos, el que sabe qué calle necesita intervención urgente, qué arboles hay que podar o qué actividades culturales darán aliento a su ciudad. Quién puede gastarse mejor el dinero que quien durante tantos años y con tanto esfuerzo lo ha ido ahorrando para situaciones difíciles.


Si no tiene plan B, señora ministra, quizás debe dejar paso a alguien que sí sea capaz de cuadrar las cuentas sin necesidad del saqueo de los ahorros municipales. Parece que ya han cuadrado la aritmética para sacar los presupuestos fantasma, tire del sobrado número de ministros y asesores para que le ayuden a desarrollar un plan que no sólo no confisque el dinero municipal, sino que incluya un plan de apoyo para los ayuntamientos más damnificados por esta crisis.


Ahorrar, de eso se trata. Ahorrar y no requisar. Ahorremos también los políticos de la oposición buenas acciones y verdades, que serán las que en las urnas conseguirán hacer nuestros proyectos realidad. Ahorrémonos la pelea por la pelea en busca de un consenso, el acuerdo. Usemos instituciones con tanta trayectoria democrática como la FEMP, para ponernos de acuerdo en el papel de nuestros ayuntamientos en esta crisis. En mi opinión, es el Gobierno central el que tiene que echarles un salvavidas, y no al contrario. No vaya a ser que nos ahoguemos todos.

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