La cantera del golf de San Roque retoma la actividad tras el parón por la pandemia y lo hace a lo grande. La nueva temporada trae consigo el desembarco en Estados Unidos de otra jugadora formada en La Cañada, en la escuela del campo público sanroqueño. Es Mercedes Vega, que ha sido becada por la Universidad de Texas Río Grande Valley. Se une así en la conquista del Oeste a otro canterano guadiareño, Pedro Marín, que ya se estrenó la pasada campaña en la Universidad de Lamar, también tejana, y a María Parra, que termina su tercera temporada en el Symetra Tour.
La Universidad Río Grande Valley, es una universidad pública del estado norteamericano de Texas. Sus equipos son conocidos como los Vaqueros, con participantes en siete disciplinas masculinas y otras siete femeninas, entre las que se encuentra el golf. Tras acabar sus estudios en el instituto José Cadalso, en San Roque, que compaginaba con competiciones amateur, toca dar el salto. En su palmarés figuran tres top ten en torneos internacionales. De momento, está a la espera de que se conozca su calendario para comenzar a competir.
Precisamente en el estado de la estrella solitaria se ubica también la Universidad de Lamar, en la localidad de Beaumont. Allí afrontará su segundo año Pedro Marín, que ha regresado ya para terminar antes su primera temporada, interrumpida por la pandemia. Es el tercero de su equipo, los Cardinals, con mejores resultados en su año de debut universitario en EEUU. Un séptimo puesto es, por el momento, su mejor actuación en un torneo del circuito universitario en el que toma parte representando a su institución. Ahora encara las primeras citas de la temporada, como el Little Rock Invitational, que disputa esta semana.
Su hermano, Enrique Marín, regresó a finales de 2019 a los circuitos nacionales tras su paso, de cuatro años, por la Universidad de Idaho, en la localidad de Moscow, como integrante de los Vandals. Dos de esas temporadas terminó formando parte del equipo del año de la Conferencia Big Sky, además de ganar un título de Conferencia con su equipo y obtener varios premios individuales. En su regreso a España ha vuelto a las competiciones nacionales y ya tiene puestas las miras en el Circuito Europeo.
Abriendo camino
Una de las canteranas de Guadiaro que se abre paso al otro lado del Atlántico es María Parra. En septiembre pudo regresar a EEUU para reincorporarse al Symetra Tour, un circuito satélite del circuito profesional femenino, el de la LPGA. Esta temporada ocupa el puesto 100º del ranking del mismo en una extraña campaña a causa de la pandemia.
El pasado año terminó en la 17ª plaza del ranking después de haber terminado en el puesto 104º en 2018, el año de su estreno en este tour. En 2017 fue la 165º del Ladies European Tour, el circuito profesional europeo, al que accedió en 2016 a través de la Escuela de Clasificación tras una brillante carrera, incluido el título de campeona de Europa amateur en 2015.
La guadiareña está de vuelta en EEUU en busca de su gran objetivo desde que cruzó el charco, que es la obtención de la tarjeta para el LPGA norteamericano. Tras el periodo obligado de cuarentena ha disputado ya tres torneos del Symetra Tour, que se ha reactivado. Le queda otro dos antes de que se dispute la final del circuito.
Otro canterano de la comarca que ha estado haciendo las américas, el tesorillero Mario Galiano, volvió al Challenge Tour europeo tras la interrupción de la temporada en el circuito de la PGA Latinoamérica.
Con la élite nacional
Dos jugadores formados en La Cañada formarán parte de la Escuela Blume, en la que se forman los deportistas de élite de todo el país, este curso. Ángel Ayora ha sido seleccionado para formarse en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid, mientras que Mar García estará en el CAR de León. Se suman así a la lista de golfistas de la cantera sanroqueña que han pasado por las sedes donde la Real Federación Española de Golf forma a los futuros profesionales.
El curso 2020/21 comenzó la pasada semana para los jugadores de la Escuela Nacional Blume, tanto para los que se forman en la sede de Madrid -por la que ya han pasado 31 promociones- como para los que lo hacen en la de León, que lleva en funcionamiento desde 2014. En total son siete las caras nuevas que se suman al proyecto en esta temporada tan peculiar.
Este curso, con la finalidad de adaptarse a las exigencias sanitarias provocadas por la pandemia, se ha visto reducido provisionalmente el número de becas.
Por decimosexto año consecutivo, los entrenamientos diarios del grupo de Madrid se realizan en el Centro Nacional de Golf, una de las múltiples finalidades para las que fue concebido.
En la sede leonesa, reciben formación deportiva en las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento de León y del Club de Golf de León, y académica en el Colegio Leonés, un centro con más de 100 años de historia.