El Salón de Pleno del Ayuntamiento de Barbate ha sido testigo de un acto que se ha realizado con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género. Un evento donde se ha hecho lectura de una manifiesto en repulsa por esta lacra de la sociedad y donde también se ha guardado un minuto de silencio por las víctimas de este año 2020.
De una manera restringida, por motivos de la pandemia, este año el acto se ha realizado con una representación de cada partido de la Corporación Municipal, por una representante de las asociaciones de mujeres de la localidad, así como el alcalde, Miguel Molina.
El acto lo ha abierto la delegada de la Mujer, Ana Ruiz, quien ha hecho un esbozo sobre la importancia de llevar a cabo actos en estos días, aunque de una manera menos multitudinaria por las condiciones sanitarias. Mariloli Romero, escritora y maestra, ha sido la encargada de leer el manifiesto contra la Violencia de Género, donde se ha destacado una serie de casos, con nombres de mujeres, que han salpicado este año 2020. “¡Qué cuando nos tocan a una, nos tocan a todas! Porque todavía queda mucho por lo que luchar, muchas metas que alcanzar y muchos techos de cristal que romper”.
Por su parte, Miguel Molina ha recordado la necesidad de seguir luchando para erradicar la violencia hacia la mujer “por el hecho de ser mujer”. “Por nuestra parte debemos seguir trabajando con las competencias que tenemos y denunciando cada situación de violencia machista que se muestre, pero también apoyando a las víctimas, ya que el entorno también es muy importante”. Molina ha querido hacer hincapié en la necesidad de seguir concienciando a la gente, de lo importante que es tomar partido contra la violencia de género.
Han estado presentes, además de los antes citados, los ediles Jesús Alba y Ana Moreno, así como la delegada de Cultura, María Engracia Moreno, que ha interpretado en lengua de signos tanto el manifiesto, como el resto de las intervenciones. El acto ha acabado con la emisión de un vídeo realizado para concienciar a la sociedad sobre esta lucha, con una serie de vecinas y vecinos de distintos sectores portando mensajes reivindicativos, junto con la colaboración de la Academia de Baile de Ana Valencia.
MANIFIESTO:
Susana , 61 años( Oviedo ), murió a manos de su pareja de 51 años de edad, tras sufrir una paliza; Alina , 37 años ( La Granja ,Segovia)y con su hijo menor de edad , fue apuñalada por su ex pareja, de 42 años , ocurrió en plena calle mientras la pareja discutía.; Ana, de 44 años , apareció en el parque de la Línea de la Concepción , murió por una hemorragia interna por un fuerte traumatismo en el costado, la policía nacional detiene a un hombre de 42 años acusado de matar a la mujer y contra quien había denuncias previas por parte de la víctima. Lillamar , de 52 años ,( Palma de Mallorca ), murió debido a las agresiones sufridas por parte de su marido de 55 años; Carolina, de 43 años ( Tenerife), contaba con una orden de protección desde la última de las agresiones sufridas su ex pareja, fue encontrada en una fosa séptica por la Guardia Civil después de detener a su ex pareja , denunciado por agresión durante el confinamiento. Una mujer de 46 años y sus dos hijos menores de 17 y 10 años , fueron asesinados en Úbeda ( Jaén ) , por el marido de la mujer y padre de los menores , quitándose después la vida….
Así sigue la lista hasta llegar a TREINTA Y CUATRO mujeres asesinadas y TRES menores asesinados por sus padres ( La violencia de género NO da tregua).Lo único malo que han hecho han sido nacer mujer, porque en este mundo machista y patriarcal , las mujeres estamos obligadas a realizar el papel de víctima, a pasear por las calles con miedo, a sufrir los ataques de manadas de salvajes. Porque la violencia de género no distingue entre norte y sur , entre este y oeste, entre jóvenes o mayores, ni entre niveles económicos o de estudios.
Pero días como hoy son la oportunidad para que las mujeres nos unamos y gritemos juntas: ¡Qué no tenemos miedo ! ¿ qué la manada somos nosotras ! ¡Qué cuando nos tocan a una, nos tocan a todas! Porque todavía queda mucho por lo que luchar, muchas metas que alcanzar y muchos techos de cristal que romper.
Por eso, por nosotras y por las que ya no están, hoy por hoy hermanas, la lucha sigue.