Las obras de demolición del fallido palacio de congresos han finalizado después de un par de meses de trabajo. El derribo ha afectado a una superficie construida de 17.235 metros cuadrados y a un volumen de 7.207 metros cúbicos. La acción de la piqueta permite ahora disfrutar de una estampa bien diferente a la que venía caracterizando a esta zona desde que los promotores del palacio de congresos paralizaran las obras en 2008 como consecuencia de su quiebra económica.
La demolición ha sido asumida por los nuevos propietarios del solar, a cuya titularidad accedieron tras su compra a una conocida entidad financiera. La intención de estos promotores privados es desarrollar en la parcela un nuevo proyecto lo antes posible. Entre sus intenciones iniciales figuran la construcción de un hotel de tres estrellas, de un supermercado y de una gasolinera. También se contempla la posibilidad de aprovechar el sótano como aparcamiento, de ahí precisamente que los trabajos de demolición hayan respetado este espacio. Cuando se iniciaron las obras, el Gobierno local se felicitó por el hecho de que años después se haya conseguido generar actividad económica en esa parcela, subrayando el papel municipal a la hora de “facilitar” la llegada de nuevos inversores.