Los recién nacidos y los bebés hasta los 6 meses respiran solo por la nariz, a la espera de desarrollar los músculos de la lengua, la cara y el paladar para respirar por la boca. Si utilizaran solo la boca podrían tener problemas faciales, bucales y hasta de aprendizaje. La respiración es un acto involuntario que en condiciones normales se debe hacer por la vía nasal. Las fosas nasales tienen vello y una mucosa que regula la humedad, la temperatura y limpian el aire de partículas de polvo que pueden ser dañinas para los pulmones. Respirar por la boca de forma continuada también favorece las ortodoncias.
En la infancia se comienza por una respiración bucal principalmente por una obstrucción de las vías aéreas superiores. Entre las causas están: las alergias, las desviaciones del tabique nasal, las vegetaciones, etc...
Por respirar por la boca habitualmente, pueden producirse algunas alteraciones como cara, boca y arcadas dentarias más estrechas de lo habitual. La lengua desciende, el paladar se estrecha y los labios tendrán dificultades para llevar a cabo el sellado o cierre labial. Los dientes alteran su posición y puede existir problemas de habla y hasta de deglución.
En casos más extremos podría llevar a provocar una disminución de la concentración de oxígeno en sangre, una apnea del sueño, presión arterial alta, cansancio diurno y falta de concentración.
Para corregirlo primero habría que consultar con un otorrino o un alergólogo por saber la causa y en algunos casos sería necesario un logopeda para una buena recuperación.