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Sevilla

Cultura aprueba la restauración de las columnas romanas de Mármoles y de la Muralla

Las columnas presentan importantes pérdidas fruto de la erosión y desprendimientos al encontrarse en su cota original y verse afectadas por el nivel freático

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  • Muralla de la Macarena. -

La Comisión Provincial de Patrimonio, en la sesión celebrada este miércoles bajo la presidencia de la delegada territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Susana Cayuelas, ha dado cuenta de un total de 31 expedientes de interés para la conservación del patrimonio cultural y artístico, de los cuales 20 corresponden a Sevilla y 11 a la provincia, concretamente a las poblaciones de Arahal, Carmona, Estepa, Marchena, Morón de la Frontera, Osuna y Utrera.

En este sentido, la Comisión de Patrimonio ha informado favorablemente el proyecto de conservación, mantenimiento y puesta en valor de las columnas romanas de la calle Mármoles y del tramo de la muralla que transcurre entre el Arco de la Macarena y la Puerta de Córdoba. Ambos monumentos están inscritos en un programa de actuaciones gestionado por Urbanismo para la conservación, mantenimiento y custodia del patrimonio histórico del Ayuntamiento de Sevilla, directamente vinculado al viario y a los espacios libres de la ciudad, informa la Junta en una nota de prensa.

Las columnas presentan diversas patologías que ocasionan, entre las más importantes lesiones, la pérdida de materia por erosión y desprendimientos, lesiones que implican depósitos de polvo con la consiguiente colonización biológica, florecimiento de costras negras, herrumbre de oxidación; y finalmente la deformación y rotura del tapial.

En cuanto a la cimentación de las columnas, debido a su técnica constructiva, a las fábricas romanas, es decir, sillares en roca alcoriza y hormigón de mortero y cal, y áridos de distinta granulometría y origen --generalmente piedras, cascotes, cerámica--, estos hormigones presentan una gran porosidad que facilita que la humedad del terreno produzca fracturas y disgregaciones.

Además, las columnas se encuentran en su cota original histórica, es decir muy por debajo de la cota de suelo actual, de manera que son afectadas por las crecidas del nivel freático, y por ello requieren de una revisión urgente del sistema de bombeo y evacuación de aguas. El proyecto de intervención en las columnas ha previsto, entre las acciones más importantes, la limpieza de los fustes de granito mediante una limpieza mecánica con cepillos, escarpelo,
bisturíes y, en ocasiones, con la ayuda de micro-torno. Las basas de mármol se limpiarán con agua desmineralizada, jabón neutro y cepillo suave.

La eliminación de las sales en la superficie de los fustes y basas, se realizará junto con las fases anteriores de limpieza, utilizando medios mecánicos como el cepillado y aspirado. Y por último se procederá a la consolidación y la restitución de la cohesión mecánica del soporte del granito y el mármol.

En cuanto a la intervención en el tramo extramuros de la Muralla de la Macarena comprendido entre el Arco de la Macarena y la Puerta de Córdoba, el objetivo que persigue el proyecto aprobado es la puesta en valor general de la muralla mediante la consolidación estructural de las zonas que lo precisan, y de los tratamientos epidérmicos necesarios para ello. Las actuaciones concretas se limitarán a la consolidación superficial de los perfiles erosionados y a la aplicación controlada de capas de protección que garanticen el mantenimiento de los sectores más degradados.

Se descarta la sustitución o recubrimiento total de la superficie, porque supondría un importante cambio de imagen del monumento que, además, en ocasiones podría originar una pérdida de información constructiva y de las huellas de la historia de la muralla y de su uso. También, se descartan las intervenciones de recuperación de volúmenes donde se pretendería recuperar las trazas y perfiles desaparecidos de la muralla mediante la restitución, más o menos sistemática, de su volumetría original, actuaciones que si bien se han llevado a cabo en anteriores campañas de actuación, y que contribuyen a facilitar la legibilidad e identidad arquitectónica del conjunto, este tipo de intervención ha de basarse en una exhaustiva investigación arqueológica y documental, que garantice la autenticidad de la intervención.

INTERVENCIÓN EN SANTA MARÍA LA BLANCA

Además, la Comisión de Patrimonio ha informado favorablemente la realización de labores de mantenimiento del portón de la iglesia de Santa María La Blanca que se ubica en el lateral del templo,concretamente en la calle Archeros, puesto que presenta un avanzado estado de degradación debido al uso y a las características de sus materiales constructivos, debido principalmente a la acción de los agentes ambientales y, especialmente, a la
humedad, pues la gran diferencia de temperaturas que soportan en invierno y verano provoca el cambio reiterado de volumen de la madera --este fenómeno físico se denomina "trabajo", "movimiento" o "juego" de la madera--, causando la aparición de fisuras longitudinales denominadas "fendas", que actúan como juntas de dilatación naturales.

Las intervenciones proyectadas para detener el deterioro del portón pretenden su conservación, restauración y rehabilitación, por lo que se proponen soluciones ya contrastadas para asegurar los principios de compatibilidad, eficacia y reversibilidad de la actuación. Así, se respetarán las aportaciones que le favorezcan, no las reintegraciones que se consideren inadecuadas o resten valores.

Finalmente, en la provincia, la Comisión de Patrimonio ha informado favorablemente el proyecto de ejecución para la restauración integral de la torre de la iglesia de la Merced de Osuna, que forma parte del Convento de Descalzos de Nuestra Señora de la Merced, que está incluido en el Catálogo de edificios protegidos del planeamiento general vigente en Osuna con nivel de catalogación Monumental.

Se trata de un edificio de la segunda mitad del siglo XVII, y la torre, que es un ejemplo de las más hermosas de la provincia, fue edificada entre 1767 y 1775 por el alarife Alonso Ruiz Florindo. Consta de cuatro cuerpos y chapitel, combinando los sillares y el ladrillo en una decoración de festones y placas recortadas, con portadas entre balaustres corintios en el cuerpo inferior.

La mayor parte de las actuaciones de restauración previstas se llevarán a cabo sobre los elementos estructurales para poder garantizar su vida útil, y eliminar y/o mitigar las patologías existentes, de manera que las actuaciones más importantes previstas son, entre otras, la consolidación y fijación de elementos sueltos en cornisas, impostas, pilastras y balaustradas, con reposición de las pérdidas, el sellado de las grietas y oquedades con reposición de pérdidas de piedra, de sillarejos, molduras y, también, de las piedras que tengan el tamaño suficiente para proceder a su tallado con piedra de iguales características a las existentes.

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