Vecinos de la calle Juan XXIII han mostrado públicamente sus quejas por las molestias, suciedad y problemas de salubridad que provocan cientos de palomas que, desde hace aproximadamente un mes, se han trasladado a su fachada.
El problema deriva de una finca en estado de abandono que se encuentra en la otra acera de esta misma vía. Hace aproximadamente un mes el alcalde, Manuel Flor, anunció que el Ayuntamiento había conseguido que se mejorara la situación de este solar en ruinas, destacando entre otras medidas el tapiado de los huecos de ventana. Una actuación que ha provocado que las palomas que anteriormente se cobijaban en los restos de este inmueble ahora permanezcan en la fachada de los bloques de en frente, lo que ha suscitado las quejas de los vecinos que allí residen debido a la suciedad que estas aves provocan y los problemas de salubridad que de ello puede derivarse.
Según apuntan trasladaron sus quejas a la concejala Gema Mena, quien les transmitió tras consultar con expertos en la materia que las palomas abandonarían la zona paulatinamente tras perder su hábitat. Los vecinos aseguran un mes después que, lejos de hallarse en vías de solución, el problema se está agravando.
Trasladadas estas quejas a las redes sociales del delegado municipal de Urbanismo, José Ortiz, éste ha apuntado que “nunca nadie nos ha pedido que quitemos palomas de su propia fachada”, a lo que una de las vecinas ha apuntado que se trata de un problema sobrevenido a raíz de una actuación en una vivienda particular realizada a requerimiento del Ayuntamiento. “Ese piso se ha tapiado desde el Ayuntamiento para supuestamente subsanar el problema de las palomas, pero no ha hecho más que generar más problemas a los vecinos”, apuntaba una de las afectadas al respecto.
