Javier Más (Castellón, 1971), que es Doctor en Historia Contemporánea y académico de la Real Academia de Cultura Valenciana, acaba de publicar una fascinante novela que ha titulado como: “La Reina de Espadas”. Enmarcada dentro del género histórico, narra la lucha que mantienen Isabel de Portugal, madre Isabel la Católica, y la condesa de Montalbán, doña Juana de Pimentel, por la corona de Castilla. Con un ágil manejo de los rudimentos del género el autor se vale de la mítica espada de Fernando III -La Lobera-, cuya posesión, según cuenta la leyenda, asegura la victoria en la batalla, para urdir una trama llena de intriga, venganza, envidia y ambición cuyo propósito estriba en conseguir ese grial y asegurarse así el trono de
Castilla. Enmarcada en distintos escenarios, entre ellos en época en la que se está construyendo la Catedral de Sevilla, dos acontecimientos, la muerte del maestro de Obras y del arzobispo de la ciudad, pondrán sobre el tablero una nueva pieza de este literario juego de ajedrez; la reina de la Corona de Aragón, María de Trastámara, quien pretende desequilibrar la batalla entre las dos aspirantes al trono de Castilla para establecer un nuevo orden político.
Narrada con rigor y respeto desde el punto de vista histórico, y contada con el conocimiento de quien maneja al dedillo los cánones por los que se rige la verdadera novela histórica, La Reina de Espadas es una obra llena diálogos fluidos e historias bien armadas que sólo las puede urdir quien, gracias a sus conocimientos históricos, llega a colocarse en la mente de sus personajes que fueron entones los protagonistas de una parte de la historia de España que tuvo lugar en 1448.
Javier Más, que es un enamorado de nuestra ciudad (y se nota en cada línea de su novela), en la actualidad, compagina su labor empresarial con la docencia en la Universidad Jaime I o en la Universidad Católica de Valencia y colabora en diversos medios de comunicación escritos y radiofónicos, y ha volcado todo su buen hacer en esta magnífica novela que nos acerca a una Sevilla en su gran esplendor.
