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Alcalá la Real

Jardines de Colón, chill out al pie de la Mota

La cafetería abierta recientemente supone la avanzadilla del proyecto de la Hospedería Fuentes de Oro, que espera echar a andar en Navidad

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  • Manolo Rueda, en la Cafetería Jardines de Colón. -

El pasado sábado, 14 de agosto, abría sus puertas la cafetería “Jardines de Colón”. Situada en la rehabilitada casa en la que se asentará la Hospedería Fuentes de Oro, en calle Miguel de Cervantes, 81, este espacio diferente y perfectamente integrado en el entorno, supone, de hecho, una avanzadilla de este proyecto, que pretende ser una realidad, en su conjunto, para las próximas Navidades. Hablamos con Manolo Rueda, alma máter de esta idea que trae un soplo de aire fresco a la hostelería alcalaína.

Cuando uno accede a la vieja “Casa Grande”, totalmente remozada, es inevitable acordarse de la estética de la Casa Pineda, con sus característicos arcos y su fachada, que dan verdadero porte a la edificación. Luego uno penetra en el agradable pasillo, antes de llegar a patio con columnas, vegetación y agua, que tiene algo del gusto del Renacimiento por disfrutar de los placeres de la vida. La estética concilia aquí con la comodidad de los confortables sillones y del espectacular entorno, con la fortaleza de la Mota presidiendo como un vigía en la parte alta, sobre la sugestiva alberca.

El resultado que hoy vemos, según reconoce Manolo Rueda, ha ido “evolucionando y cambiando” a lo largo del largo período transcurrido desde el inicio de esta aventura. “El proyecto estaba pensado para que fuera simplemente un espacio de alojamiento rural, pero a medida que fuimos haciendo la rehabilitación del edificio, y pudimos ser conscientes de todo el encanto con que contaba y las posibilidades que tenía el jardín, pues nos pusimos en contacto con el Ayuntamiento y nos dijeron que aquí se podía ejercer actividad de hostelería. Entonces priorizamos hacer la reforma en la planta baja y poder abrir en temporada. Sí que estaba previsto hacer una zona ajardinada para los huéspedes, con su pequeña piscina o alberca, pero al final ha resultado la Cafetería Jardines de Colón…”


El espíritu con que va a nacer la Hospedería Fuentes de Oro sigue siendo fiel, sin embargo, a su idea inicial. “Va a ser un espacio elegante, sofisticado, moderno, es decir, no va a ser un espacio de habitaciones, donde duermes en un habitáculo cerrado y luego desapareces. Siempre hemos buscado un servicio adicional, un valor añadido en el que se priorice el bienestar. Que estés aquí, descansando, con un ambiente relajado. Pero claro, para hacer todo eso hay que ir añadiendo una serie de servicios. No solo se trata del emplazamiento, la decoración o la tipología constructiva, sino una serie de detalles, que son en los que ahora estamos trabajando, porque la hospedería se va a abrir, si todo va bien, para Navidades. Ya está toda la estructura del edificio reconstruida, ya está sacada toda la piedra de la fachada, y ya está el jardín terminado. Nos faltan los baños y la decoración de las plantas de habitaciones. Lo que vamos a ofrecer, por tanto, es un servicio, aparte de relax, con spa, piscina de agua caliente, servicio de masaje, en definitiva que de la idea de estar en un centro wellness. Es complicado compatibilizarlo todo porque necesitas unas instalaciones muy preparadas, pero la suerte es que el edificio es muy grande y disponemos de rincones para todo ello”.

La peculiaridad de este espacio nace de la predisposición de Manolo Rueda por mezclar conceptos. La propia casa fue la que dio pie a concebir una idea como la de Fuentes de Oro y los Jardines de Colón. “No es habitual encontrar un caserón, en un lugar como este, y que te de estas posibilidades. Tenemos pozo y por tanto agua, tenemos bodega, tenemos un espacio subterráneo para la piscina termal, tenemos unos jardines con vistas al castillo, y todo esto en pleno casco antiguo”. Un hecho destacable es, además, que todo el proyecto se está llevando a cabo con profesionales  y empresas locales, en los que Manolo Rueda ha confiado desde el principio.

La cafetería, que incluye también heladería y coctelería, se encuentra abierta en horario nocturno. A partir de septiembre se pretende ampliar con barbacoas, enlazando con el espíritu medieval del establecimiento. La noche en este espacio alcanza una evocación soñadora y casi mágica, donde no cuesta transportarse a cualquier lugar al que sea capaz de conducir la imaginación o, si uno lo prefiere, redescubrir la belleza del entorno, sin necesidad de ir más lejos.

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