Hay palabras que inevitablemente nos transportan a una canción. Volver es una de ellas, ya sea en la voz del mítico Gardel o en o en la maravillosa versión de Estrella Morente a la que Penélope Cruz le hizo sincronía de labios bajo la dirección de Almodóvar. Y con la misma rapidez, esa canción la asociamos a un momento de nuestra vida. Pero si volver nos tiene que llevar a algún tiempo, es sin duda alguna, a septiembre. Al mes de la vendimia, regresamos cargados de nuevos propósitos directos a la delicia de lo cotidiano. Y es que este septiembre me devuelve a las páginas de este diario para conectarme allá donde usted esté: en el autobús, en el café antes de comenzar a trabajar, en el instituto o a punto de entrar en la vida universitaria.
Volvemos con una extraña nueva normalidad. Con las luces que a lo lejos nos recuerdan que mientras en España las mascarillas poco a poco van dejándonos la cara libre, a 6.500 km los burkas vuelven para tapar a las mujeres, y la misma pintura que ha servido para adecentar los colegios para nuestros hijos, se utiliza allí para eliminar cualquier imagen femenina. Un borrado que pasa de la metáfora a la más escalofriante realidad. Hondas horas de dolor para los que quedaron. Errante en las sombras quedan los “me too”, olvidados en un mundo global donde las reivindicaciones del papel de la mujer también deberían serlo. A pesar de los tensos acontecimientos internacionales, desde Cuba hasta Afganistán, desde la tragedia de Haití donde la Tierra ha vuelto a rugir, o a llamas de Ávila y los destrozos de Dana en nuestro país, volvemos con energía para seguir trabajando en el proceso de reconstrucción mundial tras la pandemia, cada uno desde nuestras posiciones.
Volvemos con esperanza, con los buenos datos de la vacunación en nuestra tierra, con la inercia económica que comienza a tomar velocidad en Andalucía: Lideramos las exportaciones agroalimentarias con más de 4,5 millones de toneladas, conseguimos el mayor crecimiento de altas de profesionales autónomos en el mes de julio o somos junto a Madrid de las comunidades que más han crecido en la creación de empresas. Datos que nos indican que vamos por el buen camino, que veinte años de mala gestión no es nada si se le da a Andalucía la oportunidad que se merece, y que está demostrando cómo la ha sabido aprovechar.
Volvemos con frío, pero no por el uso de los aires acondicionados sino por nuestras cuentas bancarias que están tiritando con la factura de la luz que ha conseguido record históricos en el verano, poniendo en jaque no sólo a las economías familiares, sino a las empresas hoteleras y turísticas, a las industrias o a los profesionales del campo que ven cómo sube de forma exponencial la factura del riego. Ahora que los días se acortan, llega el frío y sacamos los calcetines del cajón, tendremos que ser imaginativos para que nuestros hogares entren en calor. El maestro Gardel ya nos dejó alguna solución que deberíamos empezar a usar, quedarnos a media luz.
