Los hechos se produjeron en diciembre de 2020, cuando la víctima, una mujer de 21 años, acudió a su consulta para realizar ejercicios de fortalecimiento
La investigación se inició después de que la supuesta víctima presentara una denuncia dando cuenta de que había acudido a un centro de masajes para paliar unas dolencias que padecía y el masajista, que era propietario del establecimiento, habría realizado actos \"obscenos y ofensivos\"
La prueba, según se recoge en la denuncia, se desarrolló con normalidad hasta que, una vez que ella misma le hizo un masaje al encargado del SPA, porque no había ningún cliente en ese momento, él le pidió que fuese ella la que recibiese el masaje