El nuevo Gobierno central de Pedro Sánchez estará más o menos acertado en sus decisiones; agotará o no la complicada legislatura que se le antoja por delante; aportará luz o sembrará más dudas a la complicada tesitura territorial y gestionará los nubarrones económicos con mayor o menor pericia, pero en todo este tiempo, sea el que sea, comunicará su acción gubernamental cada viernes, tras los consejos de ministros, con el acento andaluz de la flamante portavoz, la andaluza y sevillana María Jesús Montero. Por tanto, la voz predominante del ejecutivo nacional sonará con “el mejor, más rico, inteligente y sabroso castellano del mundo”, según definió con acierto el poeta Manuel Machado frente a quienes achacan erróneamente a los habitantes del Sur hablar un mal español.
Hace años leí con atención al escritor y filólogo José María Vaz de Soto afirmar que “el habla andaluza sólo se dignificará cuando se utilice en las tribunas públicas”. No puedo estar más de acuerdo. Lo demostraron muchos próceres andaluces que desde altísimas responsabilidades dignificaron con su inconfundible acento la manera que tenemos de comunicarnos con expresiones únicas para reinterpretar el pensamiento y la sintaxis y llegar así antes al mismo sitio.
A Manuel Clavero, Felipe González, Alfonso Guerra, Javier Arenas o Manuel Pimentel, entre otros, les tomarán el testigo otros vicepresidentes o ministros andaluces como Carmen Calvo, Luis Planas, Juan Carlos Campo, Alberto Garzón y, especialmente, en La Moncloa, la titular de Hacienda que, al margen de lo certera que esté en sus mensajes, hará semanalmente un favor extraordinario a la imagen que debe cambiar en el resto de España sobre el pueblo andaluz. No me cabe ninguna duda de que defenderá como nadie nuestra forma de hablar, rebosante de sabiduría y, sin embargo, tan ignorantemente vilipendiado, parodiado y corregido como si fuese sinónimo de incultura y atraso intelectual, cuando es precisamente todo lo contrario. No en vano, ella ha sido víctima de esos ataques tan injustos como supremacistas.
Ya en el programa ‘Acento Andaluz’ que hoy se estrena en 2020 en los canales de 7 Tv Andalucía, Montero dijo sentirse “enormemente orgullosa de su acento”. Luego el Gobierno nacional tratará con mayor o menor justicia a nuestra tierra, pero ya los andaluces tenemos un motivo para saber que ganamos con una andaluza como portavoz. A buen seguro, no hará como otros paisanos con altavoces insignes que cometen los pecados capitales de esconder su acento al castellanizarlo como si fueran de Valladolid o, lo que es igualmente negativo, de exagerarlo frívolamente. Frente a esos complejos, desde este viernes escuchen atentamente el altavoz de relevancia de María Jesús Montero.
