Ando entusiasmado con las demostraciones formidables de valentía de algunos de nuestros próceres representantes públicos. ¡Qué arrojo, qué lucha contra los elementos, qué manera de enfrentarse al poderoso! Comienzo mi enumeración con la subdelegada del Gobierno en Jaén, Catalina Madueño, quien anuncia sanciones a las organizaciones agrarias que convocaron protestas el pasado jueves contra los bajos precios del aceite de oliva. Tan digna representante del Ejecutivo nacional ha tenido la osadía de enfrentarse a las peligrosas hordas del campo jienense. Ella, antes que nadie, ha demostrado el don visionario de ver lo que nadie fue capaz de percibir: que no son pobres agricultores que defienden un campo que se muere, sino alborotadores incívicos y activistas antisistema que atropellaron la libertad de movimiento de muchos ciudadanos durante 3 horas -¡qué barbaridad!- porque no cumplieron con las restricciones del tráfico autorizadas. Ya sabemos los andaluces y los jienenses que estamos a salvo con la Delegación del Gobierno de Andalucía y la Subdelegación del Gobierno en Jaén. No les tembló el pulso para ordenar disolver algunas concentraciones recuperando la arenga de mano dura que reclamaban algunos sectores conservadores al entonces Gobernador Civil de Cádiz para acabar con las protestas de los astilleros en el puente Carranza en los 90: “Braña, dales caña”.
Elogiable es también la valentía de consejeros y diputados del PP y, especialmente, de Ciudadanos -ahora que ya han aprobado los presupuestos de la Junta- contra “los dislocados” de Vox por insistir en el pin parental y la Ley de Concordia, demandas que acaba de sacar de la chistera la formación ultra conservadora.
He sido consciente también estos días de la dimensión del ala presidencial de la Junta al despojarse de la siempre gratificante tarea de la Ley de Memoria y encasquetársela a Cultura. Llamó la atención este cambio cuando se firmó el complicado decreto de estructura, pero en la entrevista que hicimos en Acento Andaluz de 7Tv Andalucía a la consejera de Cultura me di cuenta del favor que Moreno y Bendodo le han hecho a Patricia del Pozo: la Memoria y la Concordia acapararon la mayor parte de las preguntas y la consejera apenas tuvo que emplearse en otros temas como presupuestos, proyectos, obras, efemérides y apuestas por manifestaciones como el cine, el flamenco y un largo etcétera.
Son tres ejemplos que deberíamos analizar detenidamente los andaluces para ser conscientes de la suerte que tenemos con políticos de tanta talla y valentía que nos protegen a diario de males que se ciernen sobre nuestras cabezas, como los impíos agricultores, los gamberros de Vox y los familiares chalados que buscan a sus seres queridos en cunetas o fosas comunes.