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Almería

Acusado de matar y ocultar tres meses el cadáver de su exmujer será juzgado por un jurado popular

El procesado, de nacionalidad marroquí, se encuentra actualmente en prisión incondicional después de que el 15 de enero fuese detenido por la Guardia Civil

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El hombre de 38 años acusado de asesinar en Níjar (Almería) a su exmujer y enterrar su cuerpo, que no fue hallado hasta tres meses después del crimen, será enjuiciado por un tribunal de jurado en la Audiencia Provincial.

   Fuentes judiciales han indicado a Europa Press que la jueza de Violencia de Género ha tramitado el procedimiento por la Ley del Jurado contra K.E., quien confesó en instrucción que le quitó la vida en la madrugada del 1 de octubre de 2013 estrangulándola, primero con las manos y luego con "una cuerda que tenía bajo la cama" después de que ella se despertara e intentara resistirse, pese a lo que "no le dio tiempo a pedir auxilio".

   El procesado, de nacionalidad marroquí, se encuentra actualmente en prisión incondicional después de que el 15 de enero fuese detenido por la Guardia Civil, que culminó la investigación iniciada meses antes. Entonces, indicó a los agentes donde había dado sepultura a la víctima, quien se había separado de él en agosto de 2013 y cuya desaparición no fue denunciada hasta ocho días después del crimen por un familiar.

   Según relató en sede judicial, cuando se dio cuenta de que había matado a la que había sido su esposa durante ocho años, se "asustó" y no "sabía qué hacer con el cuerpo", por lo que fue a "buscar un sitio donde enterrarla". Cuando lo encontró, añadió, "cogió una pala y una azada y la sepultó envuelta en sábanas en una fosa", que ocultó con "tubos encima".

   K.E. negó ante la jueza que "maltratase o agrediese" durante la relación a H.A., de 27 años, con quien seguía trabajando en la misma finca agrícola, aunque sí ha apuntó que "discutían mucho" pese a lo cual, según dijo, ambos querían "retomar la relación".

   Sobre cómo se deshizo de las pertenencias de la víctima, detalló que al día siguiente del asesinato "tiró en dos contenedores de basura" tanto la "ropa" como su "teléfono móvil y el pasaporte" con la intención "de ocultar que la había matado".

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