La vista oral contra un joven de 25 años acusado de patronear un patera en la que murieron tres personas y desparecieron otras 17 prevista para este lunes en la Audiencia Provincial de Almería ha sido suspendida por incomparecencia de testigos.

El juicio, en el que S.M., natural de Gambia, se enfrenta a penas que suman 17 años de cárcel como presunto autor de un delito contra los ciudadanos extranjeros y de tres homicidios por imprudencia, no ha sido señalado de nuevo por el tribunal de la Sección Tercera.

La Fiscalía considera que el acusado "patroneó" la embarcación neumática con 56 personas a bordo, "en mal estado de conservación" y que esta "no reunía las condiciones mínimas requeridas" para la realización de este tipo de viajes "ni para soportar condiciones de viento y de oleaje".

Según relata el escrito de calificación provisional, consultado por Europa Press, la patera partió en la madrugada del 12 de octubre de 2019 de la playa de Nador (Marruecos) después de que sus ocupantes hubiesen pagado a personas no identificadas de nacionalidad marroquí "hasta 1.500 euros" por el pasaje.

El Ministerio Público considera que S.M. "promovió de forma directa" la inmigración clandestina ya que se habría encargado de patronear la embarcación "siendo su cometido la dirección de la misma mediante el uso de un GPS".

La patera sufrió en alta mar un pinchazo que, a su vez, provocó la rotura del motor, "momento en el que el acusado --remarca-- ordenó a los ocupantes que se sentaran bien se agarraran a la cuerda para no ahogarse".

Quedaron, así, a la deriva a consecuencia de "la falla de propulsor", por lo que, según remarca el fiscal, "un número indeterminado de pasajeros se precipitaron al agua que fallecieron".

La Guardia Civil localizó la embarcación a las 09,28 horas de ese mismo día a unas 56 millas náuticas al oeste de la isla de Alborán. En el interior, 39 personas, de las que tres "habían fallecido de manera natural durante el trayecto y se hallaban dentro de esta".

Según el escrito de acusación, la patera "no estaba capacitada para realizar trayectos de 120 millas náuticas" ni por las "características técnicas" ni por el número de ocupantes dado que la "capacidad máxima era de entre seis y siete personas".

Tampoco contaba con los "mínimos" elementos de seguridad, "no había bengalas, ni balizas de señalamiento, ni botiquín, por lo que travesía puso en peligro la vida e integridad de todos los que viajaban a bordo", concluye.

La Fiscalía pide ocho años de cárcel por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y penas de tres años de cárcel por cada uno de los tres delitos de homicidio por imprudencia que atribuye a S.M.