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En román paladino

En el filo de la navaja

Nadie en España estuvo dispuesto  a morir por el Sáhara

Publicado: 24/03/2022 ·
09:34
· Actualizado: 24/03/2022 · 09:34
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  • Banderas saharauis de Podemos en el Congreso. -
Autor

Rafael Román

Rafael Román es profesor universitario, miembro del PSOE, exconsejero de Cultura y expresidente de la Diputación de Cádiz

En román paladino

El autor aborda en su espacio todos los aspectos de la actualidad política tanto de España, Andalucía y la provincia de Cádiz.

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Con un gobierno en minoría siempre se está en el filo de la navaja. El parlamento respalda -o no- al gobierno  en función de los intereses  que cada grupo defiende. Se ha visto en el parlamento andaluz en el presupuesto del ejecutivo andaluz y el  presidente Juanma  Moreno  amagó con una convocatoria adelantada.  El fiasco castellano-leones  y la caída -por unanimidad- de  Pablo Casado aplacó  los  encendidos ánimos electorales.  Tras el congreso nacional, y según vayan las encuestas,  se proveerá nueva fecha.

En Madrid se ha estado en el  borde en la votación  de la reforma laboral -salvada  in extremis por el   diputado  popular Casero-, mas tarde por el envío de armas a Ucrania y ahora por la crisis del Sahara. No se estaba acostumbrado a esto, pero que no se olvide que Adolfo Suárez tuvo que dimitir de la presidencia del gobierno por las conspiraciones internas  en UCD y las maniobras  del que reside en Abu Dabi ya  por 20 meses.

El  ajuste de cuentas con el pasado crece en España, pero tergiversando la historia. Un periódico madrileño publicaba en primera página,  sin pudor,   que “Sánchez (Pedro) entrega el Sáhara 46 años después”. Obvia intencionadamente el  acuerdo  por el que  el gobierno español, con Franco agonizante, entregó -ahí sí-  la administración del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania mediante  el   Acuerdo Tripartito de Madrid de 14 de noviembre de 1975, que nunca pasó por las Cortes franquistas,  pero que fue efectivo inmediatamente, tras la Marcha Verde y la  posterior renuncia de Mauritania. Marruecos se adueñó de  casi todo el territorio.  Nadie en España estuvo dispuesto  a morir por el Sáhara.  La ONU sigue esperando  el referéndum pero, tras casi medio siglo,  ni se ha celebrado ni tiene visos de celebrarse,   mientras  la población saharaui acampa en los arenales argelinos malviviendo de la solidaridad internacional. España sigue apoyando las resoluciones de  la ONU,  pero  acepta discutir las posiciones de Marruecos por pura defensa de los  intereses nacionales (Ceuta, Melilla, Canarias, inmigración),  tras la postura  adoptada por EEUU, Francia y Alemania y el alineamiento con Rusia de Argelia, con Ucrania al fondo. Los nacionalistas españoles apoyan la autodeterminación del Sáhara. Y la de ellos mismos: “menosprecio a la autodeterminación” -dicen-. Es  enternecedor escuchar  hablar de  traición a  los  que declararon unilateralmente la independencia de Cataluña.

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