Andrés Iniesta no jugará el próximo miércoles ante el Arsenal. Tampoco el sábado ante el Athletic de Bilbao. Sufre una pequeña lesión muscular que le tendrá diez días de baja, una rotura en el bíceps femoral de la pierna derecha que le hará llegar muy justo al partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions.
Esta vez no habrá 'Iniestazo' en Londres, ni el baby-boom que Cataluña sufrió hace casi dos meses, justo cuando se cumplían nueve de aquel golazo de don Andrés en Stamford Bridge.
El 5 de mayo de 2009, el jugador albaceteño envío al Barça directamente a la final de Roma con un zapatazo con la diestra en el descuento de aquella semifinal ante el Chelsea. La misma pierna en la que sintió un pinchazo en Mallorca que le ha dejado KO para los próximos diez días. El Emirates puede respirar tranquilo.
No ha andado fino Iniesta desde que entró con aquel trallazo en la historia del club azulgrana. Cinco días después de aquel golazo histórico en el tiempo de descuento, el centrocampista del Barcelona se lesionó en un partido de Liga ante el Villarreal. Una rotura de dos centímetros en el recto anterior de la pierna derecha que, en condiciones normales, le habría impedido viajar a Roma para medirse al Manchester United.
Pero Iniesta se merecía jugar aquella final más que nadie. Y lo hizo, por cierto, de una forma excelsa –sin poder chutar con la derecha, eso sí– hasta que al partido quedó resuelto y fue sustituido por Pedro en el descuento.
Sí, el centrocampista azulgrana, el autor del famoso Iniestazo jugó lesionado la final de la Champions y tuvo que pagar un elevado precio por ello: cien días de baja hasta que reapareció esta misma temporada ante el Getafe.
Andrés Iniesta no se había vuelto a lesionar desde entonces, pero tampoco había recuperado su mejor nivel.