Miles de personas acudieron en la mañana de ayer a los actos en torno a la fiesta del Corpus Christi, en especial la enorme procesión con la Custodia
En una mañana muy calurosa como fue la de ayer, una vez más, el pueblo de Jaén volvió a salir a la calle en masa para asistir a los actos de la solemnidad del Corpus Christi, una fiesta que desde siempre ha formado parte de las grandes celebraciones de los jienenses, que la siguen considerando como un acontecimiento muy especial, y de hecho es el gran día anual de la Iglesia local; lo cierto es que este pueblo mayoritariamente cristiano vivió ayer una gran jornada en la fiesta del Señor. En primer lugar el templo catedralicio se llenó para la Eucaristía presidida por el obispo de la diócesis y concelebrada por los sacerdotes de la ciudad. Y después en la calle, el pueblo cristiano, acompañó al Santísimo con el deseo de manifestar su adhesión a Jesús Sacramentado que desfilaba en la bellísima custodia, que es por cierto otro gran patrimonio jienense. Las calles adornadas durante todo el itinerario, los cánticos, los altares, y sobre todo la participación tan masiva de personas llegadas de los cuatro puntos cardinales de la capital, como viene ocurriendo un año tras otro, con centenares de niños de primera comunión que son también una de las más bonitas expresiones de este día, fueron la respuesta que se esperaba, de nuevo, de una ciudad que, a Dios gracias, sigue siendo muy fiel a sus tradiciones y, a lo que es más importante aún, a sus convicciones.