“Estaba acostado, llamaron a la puerta de mi casa, lo vi por la ventana con un cuchillo y me amenazó de muerte”, declaró ante un jurado popular R. G. G. durante el juicio que se celebra desde ayer en la Audiencia Provincial de Córdoba.
R. G. G, quien negó haber bebido alcohol la noche de los hechos, reconoció que golpeó tres veces al dueño del establecimiento, F. S. L, y que cesó de agredirle cuando éste se cayó al suelo.
Además, R. G. G. afirmó que F. S. L. le amenazó de muerte y que tenía razones para querer acabar con su vida porque quería apropiarse de su huerto y su casa para unir terrenos.
Después, explicó que se marchó al domicilio de su hermana para contarle lo que había ocurrido porque estaba arrepentido y señaló que lanzó la barra de hierro y un cuchillo de cocina en unos terrenos que estaban en construcción.
R. G. G. aseguró que mantenía una buena relación con sus vecinos y que nunca los había amenazado, y declaró que tenía una barra de hierro en su casa porque la necesitaba para “hacer una obra”.
El acusado, quien reconoció que necesita medicarse debido a los trastornos psicológicos que padece, negó que golpeara a la víctima “por la espalda” y se mostró arrepentido por lo sucedido.